Obikaka One-Shots

La Droga Del Amor (I)

Uchiha Obito, hermano menor - y secreto - del narcotraficante Uchiha Fugaku, un negocio que había pasado de generación en generación desde hace ya varios años.

Sin embargo, el pelinegro, de sólo doce años, nunca había conocido a sus padres, pues su padre había muerto en una emboscada planeada por un grupo enemigo y su madre había muerto durante el parto.

Pará protegerlo, su hermano había decidido ocultarlo y decir que había muerto por una complicación, por lo cual, ante el mundo no era un Uchiha, era un Nohara.

Y estaba bajo el cuidado de su cuñada, una "tía" para la sociedad. Uchiha Mikoto, Nohara, para el mundo. Además de ella, vivía con su sobrinos, Itachi de siete años y Sasuke de un año . Ellos habían sido ocultados por Fugaku para que estuvieran a salvo. Por eso mismo, cambiaban de ciudad constantemente, pero sin perder contacto con el líder de los Uchiha.

Los "Nohara" se habían mudado recientemente a Konoha - lugar donde operaban los Uchiha -. Esto fue necesario, pues, tal parece, Shimura Danzo, el líder de un grupo narcotraficante rival, de alguna forma, había descubrido la posibilidad de que Fugaku tuviera familia, así que el Uchiha había decidido que se trasladarán a esa ciudad para mayor protección.

—Bien, Obito — decía Mikoto mientras se aparcaba frente a la escuela — Está será tú nueva escuela

—Es la tercera en los últimos seis meses — reclamo algo enojado

—Lo sé, lo sé — dijo la pelinegra, mientras acariciaba su cabello — Pero debes entender que es necesario, tampoco es mucho de mi agrado, pero es la vida que elegí

—Yo no la elegí — murmuró enojado, mientras salía del auto — No prometo portarme bien, al fin y al cabo, no pasará mucho para volvernos a mudar — cerró la puerta, dejando a Mikoto con las palabras en la boca

—Ugh — soltó

—¿Ya llegamos a la escuela, mami? — preguntó adormilado el pequeño Itachi, mientras tallaba con su mano uno de sus ojitos

—No, mi amor — respondió ella mientras acaribiaba su cabello, haciendo sonreír al menor —Vuelve a dormir

—Síp

—También tú, Sasuke — dijo al bebé, que veía todo con su pequeño ceño fruncido, lo habían despertado y eso lo ponía de malas

[...]

—¿Ya lo viste? — susurro una chica a su amiga

—Sí, se ve bien guapo – respondió

—Otro nuevo — susurro alguien por ahí

—Tsk... 'Malditos parlanchines, métanse en  sus asuntos' — pensaba Obito irritado, pero alguien lo detuvo poniendosele en frente — ¿Y tú qué?

—Más respeto, imbécil — dijo — Que este es mi territorio

—¿Acaso tienes los papeles de propiedad para que declare esto como tu territorio? — pregunto

—¿Te quieres hacer el gracioso, idiota? — pregunto enojado

—¿Te quieres hacer el pendejo? Ah, espera, parece que ya lo eres — respondió el Uchiha

—Imebecil, ¿te crees muy gracioso?

—¿Te crees muy rudo?

—Uuh — dijeron alrededor

—¡Callense, imbéciles! — reclamo

—Mejor tú cierra el hocico y deja de joder — dijo el pelinegro, mientras rodeaba al otro, pero este lo tomó del brazo