Capítulo 2.

13 1 0
                                    

Pasan aproximadamente unas dos horas cuando llegan a un sitio apartado de la ciudad.
Tiene una apariencia bastante extraña, pero por fuera parece bastante grande.

-Bueno, ya llegamos. No te asustes por la apariencia, nada es lo que parece. Estoy seguro de que te gustará y si no te llega a gustar, tendrás que soportarlo.

-No pienso entrar hasta que no me digas qué está ocurriendo. ¿Qué sitio es este y por qué me quieres aquí?

-No soy yo el que te quiere aquí, sino el jefe. Si tú estás aquí o no, me da exactamente igual, es más, si pudiera pedir un deseo, sería que no estuvieras.

-En eso estoy de acuerdo contigo. Una de las cosas que pediría es no tener que ver tu cara de amargado y esas pintas que llevas.

"J" comienza a reír mientras la observa.

-¿Cara de amargado? Deberías ver la tuya ahora mismo. ¿Pintas? Niña, es la ropa que debemos llevar para poder pasar desapercibidos de la gente.

-¿Desapercibidos? ¿Por qué? ¿Sois una secta?

-Si no te callas, volveré a hacer lo mismo que hice antes.

-Si me vuelves a hacer lo que me hiciste antes, te quedas sin cabeza y ni se te ocurra volver a decirme "niña". Mi nombre es Jennifer, ¿escuchas bien?

-No soy idiota como tú y tu verdadero nombre no es ese. Ya te lo explicaré todo cuando vayamos a entrar.

-¿Y si no quiero entrar?

-Pues vas a entrar sí o sí.

"J" coge en brazos a Jennifer y entran al lugar. Después, la baja y cierra la puerta.

-¡Eres un idiota! ¿Quién te crees que eres para tratarme así?

-Tengo mucha paciencia pero en menos de 24 horas, has sido la única que ha conseguido que la pierda por completo.

Jennifer observa el lugar y se queda asombrada.

-Wow... Esto es...

-Increíble. Alucinante.

-Comparar esto con lo que hay afuera... Es que esto no puede ser, seguro que estoy soñando.

-Absolutamente todo son tecnologías muy avanzadas, que sólo nosotros tenemos acceso. Contamos con muchos aparatos, los cuales algunos has podido ver hoy que no existen, solamente están aquí.

-¿Esto es una especie de CIA o FBI?

-No exactamente aunque sí nos encargamos de proteger a la gente, pero de ciertas mafias en concreto.

-¿Ciertas mafias en concreto?

-Ven, siéntate y te cuento todo.

Ambos van a un sillón que se encuentra enfrente de una pantalla gigante.

-Estas mafias se encargan principalmente de obtener ciertos objetos que tienen un valor incalculable.

-¿Objetos caros?

-Objetos con poderes. Tu collar, concretamente, tiene un gran poder. Ese collar que aparenta ser un collar normal, es todo lo contrario. Además de que sólo dos personas lo tienen, éste tiene la capacidad de curarte si te hacen daño y también hace que tengas ciertos tipos de poderes.

-Después de ver todo lo que he visto, te creo al 100%. Entonces, este collar puede curarme si me hieren y tiene poderes, pero, ¿por qué nunca ha funcionado?

-Porque aún no estabas preparada, pero ya llegó el momento.

-¿El momento de qué?

-De entrenarte, tanto físicamente como psicológicamente y vamos a comenzar mañana por la mañana. El jefe, además de mandarme para que te rescatara, también tengo el deber de enseñarte absolutamente todo lo que me han enseñado a mí. Cuando sepas absolutamente todo, el collar tendrá su efecto pero nunca debes quitarte el collar ni dárselo a nadie, ya que hará que pierda todos los poderes.

-¿Y qué vamos a hacer ahora?

-Voy a especificarte qué papel tiene cada uno en esta "familia", por llamarla de algún modo y a explicarte la razón por la que las mafias quieren esos objetos.

Ambos se levantan y "J" señala a una chica rubia con gafas de estatura media.

-Ebania se encarga de controlar los aparatos tecnológicos, en concreto, las armas. Intentamos que sean armas que sólo afecten a esas mafias y no a todas las personas.

-¿Entonces si una de esas armas...?

-No sufrirías ningún tipo de daño. Estas armas son capaces de analizar a qué personas deben atacar y a las que no.

"J" coge un vaso de color negro y lo observa.

-¿Sabes qué es esto?

-Un vaso. Tan idiota no soy.

-Te equivocas. Aparenta ser un vaso pero realmente es un arma. Tan sólo tienes que decir... ¡Muéstrate!

El vaso se convierte rápidamente en una espada.

-¿Una espada? Si le digo esto a mi amigo no se lo cree.

-No debes hablarle a nadie ni de la existencia de este lugar ni de las personas. Absolutamente nada. Eso podría ponernos a todos en peligro. Además, a partir de hoy vivirás aquí, no puedes comunicarte con nadie del exterior. Solamente lo podrás hacer con nosotros.

-Si no hay de otra...

-Bueno, continúo. Él es Jason y controla los ordenadores pequeños. A través de estos ordenadores, sabemos absolutamente lo que pasa fuera de este sitio. Así fue como supimos que estabas en peligro. Son cámaras y micrófonos invisibles. Así nadie puede detectar que podemos ver las actividades que hacen.

Jennifer observa alucinada cada parte del lugar.

-¿Sigues sin creerlo?- ríe.

-Es que... Esto no parece real.

-Pues lo es, aunque no lo parezca.

Caminan un poco más y hay un ordenador que muestra sólo un sitio.

-Este ordenador es el mío. Yo controlo las mafias. Puedo ver qué es lo que hacen y planean. Tenemos una especie de robot que nos informan qué tipo de armas tienen ellos y cuáles debemos de utilizar nosotros. Por ejemplo, el "vaso" lo utilizamos en situaciones extremas, cuando nos encontramos delante de muchos miembros de alguna mafia. Algún día llevarás este arma.

-Interesante. Nunca imaginé que un vaso llegara a ser un arma.

-Ya te dije que es su apariencia física, pero no lo es.

-Ya lo sé, chico.

-Me llamo "J"

-No creo que te llames "J". Eso es una inicial.

-Mi nombre es oculto por temas de seguridad. Nadie debe saber nuestros nombres reales.

-Yo soy de los vuestros, puedo saberlo.

-Esto... Jennifer, ahora vas a descubrir realmente quién eres, cuál es tu verdadero nombre, quiénes son tus padres. Dejarás atrás tu identidad ficticia.

Identidad ficticia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora