Capitulo 29

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Salimos de ese armario, Niall veía las cartas que se encontraban en la cama, las agarre y las guarde en la cajita, nuevamente.

-¿Y esa… navaja?-Pregunto Niall mirando asustado.

-No… no es nada.-La agarre y la guarde en la cajita.

-Dame tu brazo.-Dijo serio.

-¿Qué?-Pregunte.

-Dame tu brazo, ya.

-Ok.-Hice caso a lo que me dijo, le di el brazo izquierdo.

Levanto la manga de mi pulóver y no había nada.

-Dame el otro.

-No.

-¡Que me lo des por dios!

-No grites.-Tape con mi mano su boca.

Escuche unos pasos apurados, aproximándose a la habitación.

-Debemos irnos, ya.

Agarre la cajita y saltamos por la ventana. Salimos corriendo, alejándonos de esa casa, la casa en donde viví de chiquita pero en la que más sufrí.
Ya estábamos 3 cuadras alejados de la casa, paramos a tomar un descanso, correr 3 cuadras me cansa.

-Dame el brazo.

-¡Que no Niall!-Chille.

Niall agarro mi brazo bruscamente y levanto la manga, chille al sentir su tacto en mi brazo.

-¿Por qué?-Susurro mirando las marcas.- ¿Por qué lo haces?

Aleje mi brazo y agache mi mirada, la última vez que me corte fue dos días atrás. Lo hago sin ningún motivo, solo quiero cortarme. Es como que cortándome puedo desquitarme con alguien que no sea otra persona.

-Respóndeme. ¿Por qué?

-No se…

-¡Eso no es una respuesta!

-¡Claro que sí!

-¡No lo es!-Se acercó bruscamente hacia mí.

-Si… si lo es.-Cuando Niall se ponía así, me daba miedo.

-Dime un solo motivo de porque haces lo que haces.

-¡Me odio a mí misma! ¿Ok? Ahí tienes tú estúpido motivo.

-_________.Susurro.-Hay personas que te aprecian y mucho, no entiendo porque haces esto… No te vuelvas a lastimar más. Por favor.-Suplico.

-No lo hare.-Susurre.

-Mírame a los ojos y dime que me prometes no volverte a hacer más daño.

Levante la mirada y mire sus ojos, esos ojos que ahora estaban vidriosos, me lastimaba verlo asi, mal y por mi culpa.

-Lo prometo.

Otra vez, pasa lo mismo, los dos nos quedamos viendo a los ojos sin articular ninguna palabra, estábamos tan cercas que sentía las ganas de besarlo, en plena calle.

Y paso.

Mi ángel... Mi salvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora