18 : The Town That Dreaded Sundown

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CAPÍTULO DIECIOCHO;
TERROR AL ANOCHECER



Los dolorosos gritos de Will resonaron contra las frías paredes del Laboratorio Hawkins. El sonido arañó el cráneo de Prue, hundiéndose en su piel y enredándose alrededor de sus huesos. Nunca había escuchado nada parecido, y sus ojos parpadeantes se llenaron de lágrimas calientes. Los hermanos Owens no estaban en la sala médica que imitaba una habitación de hospital, pero ambos estaban cerca de la entrada, mirando hacia el interior de la habitación. El rostro de Grey estaba pálido, su piel se le puso de gallina.

—¿Qué está pasando? ¿Qué le pasa? —Grey preguntó, sus ojos pidiendo respuestas. Prue negó con la cabeza, incapaz de responder cuando más gritos estallaron en los pasillos.

—Ella dice que siente que se quema. ¡Busquen quemaduras! —Prue identificó esa voz como la de su padre, mientras los ecos de movimiento y los gritos se filtraban por el pasillo.

—No veo nada —respondió otro miembro del personal médico, abanicando los dedos sobre la macabra piel blanca de Will. El joven Byers continuó gimiendo y retorciéndose de dolor. Y por mucho que Prue quisiera apartar la mirada, su curiosidad la obligó a mirar.

—¿Dónde te duele más, Will? —alguien cuestionó frenéticamente. El pitido de los monitores chirrió, aumentando en velocidad. Joyce lloraba en los brazos de Bob Newby y Mike Wheeler estaba inmóvil por el miedo y la confusión.

—¡En todas partes! ¡EN TODAS PARTES! —Will gritó, su voz fuerte como un trueno y rebosante de dolor. Eso fue suficiente para Prue, quien se tambaleó hacia atrás y presionó su espalda contra la pared del pasillo, forzando a sus párpados a cerrarse. Quería gritar eso claramente, algo lo estaba lastimando por dentro, pero no sabía lo que realmente estaba pasando con el pobre Will. ¡Diablos, ella no sabía lo que estaba pasando en esta ciudad! Finalmente, se hizo el silencio y Grey se alejó de la puerta, acercándose a Prue todavía usando la pared como apoyo. El sonido de una puerta al cerrarse hizo que Prue abriera los ojos y el Dr. Sam Owens marchaba hacia sus hijos, con las mejillas llenas de lágrimas y las linternas apoyadas a sus pies. Sam parecía más que enojado, sus espesas cejas se juntaron mientras movía la cabeza, invitando a Prue y a Grey a seguirlo. De mala gana, los hermanos lo siguieron, ambos sintiéndose abrumados por la pena y la vergüenza. Lejos de las miradas indiscretas y los oídos tensos, Sam se dio la vuelta para enfrentarse a sus hijos rebeldes y estúpidos.

—¿Qué diablos están haciendo ustedes dos aquí? —Si bien su voz era baja, era venenosa y mortal.

—Nosotros... —Grey trató pero no pudo encadenar una oración de palabras junto con su padre mirándolo tan intensamente. Miró a su hermana mayor para sentir el vacío.

—Nosotros... queríamos saber qué estaba pasando contigo y tu trabajo —ella ofreció, y Grey asintió en apoyo—. Estábamos preocupados, al igual que mamá —agregó, creyendo que eso suavizaría la ira de su padre, pero al igual que su hija, su ira dominaba y, la mayoría de las veces, inquebrantable. Sin embargo, su ira nunca fue tan tormentosa como la de su hija.

RISKY BUSINESS ━━ stranger things (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora