Espíritus [Hanako x Male!Reader] °•Jibaku Shounen No Hanako-kun•°

03

—¡¿Hanako, que demonios es eso?!

Hanako se había puesto en guardia; respondió en voz baja la pregunta.

—Es la sirena, viene por su nuevo ciervo.

Un enorme pez con rostro había salido del suelo, tenía ojos y dientes escalofriantes. ¿Quién fue el que ilustró esa mentira de que las sirenas son hermosas?

—¡¿Es eso una sirena?!

El pez se acercó a la pecera. Donde Hanako le impidió el paso, metiéndose en medio y adquiriendo una pose de defensa.

El pez de grandes dimensiones le soltó con su aleta un golpe a Hanako, apartándolo lejos de la caja de cristal en la que se encontraba el pez más pequeño. El animal marino dentro del cristal gritó preocupado, antes de callarse rotundamente al darse cuenta de que tenía a la enorme sirena en frente. Se estremeció.

La sirena dijo en voz alta:

—Que patético, he vivido milenios. Una débil maravilla escolar no tiene con qué superarme.

Los enormes ojos de aquella criatura se posaron en el pez dentro de la caja translúcida una vez acabó de hablar.

¿Iba a morir?

—Ahora tú vienes conmigo-

—Espera un momento —Hanako interrumpió a la sirena mientras se reincorporaba—. Aún no he concedido el deseo de ese chico, si vas a llevártelo... ¿Podrías esperar a que lo haga?

El pez enorme respondió hecho una furia, la rabia chispeaba en sus ojos.

—¡¡Silencio, no te atrevas a darme órdenes!!

La sirena volvió a golpear a Hanako. Este lo esquivó.

—Uh...ya veo, supongo que también usaré la fuerza.

Lo siguiente a narrar ocurrió realmente rápido, un destello se asomó de dentro del traje de Hanako —probablemente un arma—, y este en un movimiento había logrado que la sirena comenzase a desaparecer.

El enorme pez se desvanecía tal cual chasquido de un villano púrpura.

El chico dentro de la pecera veía todo perplejo.

—Me las arreglé para perderla durante un rato, pero al parecer es persistente. Así que es muy probable que nos la volvamos a encontrar.

El pez salió de su limbo al escucharle.

—¡¿Qué?!, ¡no puede ser!, ¡¿qué demonios se supone que voy a hacer si aquella cosa vuelve?!

Hanako volteó a verle de manera aterradora.

—Si quieres puedes llorar, porque no te salvarás de esta. Esto es lo que pasa cuando te mezclas con apariciones, ¿no te dije que no te la tragaras, idiota?

Hanako se detuvo haciendo una pausa y suspiró, relajando su rostro.

—Pero al menos no utilizaste esto en Akane, y aunque no pude cumplir tu otro deseo puedo concederte este: ¿quieres volver a ser humano, verdad? Puedo hacerlo, pero tiene un precio.

—¿Cuál es el precio? —Preguntó de manera rápida, no se había dado cuenta.

—Quién sabe...—Hanako meció sus ojos de arriba hacia los lados mientras colocaba un dedo en su barbilla- Como mínimo llevarás una vida normal.

—Hazlo, te lo ruego —no era necesario pensar mucho su respuesta, no quería ser un pez de por vida y servirle a aquel monstruo.

Hanako sonrió y de su uniforme sacó la bolsa de escamas, tomó uno de los discos crujientes y dirigió su mirada directamente a los ojos del pez.