Cuando el amor toca tu puerta...

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Mi vida estaba, y después de haber pasado por  Adrián y de haberlo superado me sentía viviendo plenamente y sin preocupaciones pero no siempre eso es felicidad, pues me iba bien en la escuela

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Mi vida estaba, y después de haber pasado por Adrián y de haberlo superado me sentía viviendo plenamente y sin preocupaciones pero no siempre eso es felicidad, pues me iba bien en la escuela. Siempre ha ido bien. Pero sentía que le hacía falta un auge a mi vida, algo por lo cual luchar, además del primer puesto en los estudios. La solución siempre estuvo frente a mí pero yo no la vi, es más, no la quise ver.

Y mucho menos vi venir que una situación en el lugar más inesperado lo cambiaria todo.

Todo comenzó el día en que la selección Colombia tenía un partido y ese mismo día, no me acurdo contra quien de lo que si me acuerdo es que ese día cumplía un niño de la calle y nos invitó a ver el partido de la selección en su casa. Me aliste y espere a que se pasara un poco el tiempo para no llegar temprano a la fiesta ya que no había llagado tanta gente a la fiesta, y porque además tenía pena de ir. Y mi mama fue la que me impulso a ir, cuando estaba allá me senté en una silla, y junto a mí se sentó aquel chico que después de un año me seguía coqueteando. Su nombre era

Cristian y en esos momentos lo veía como la persona más dulce del mundo. Y hay que admitirlo lo que más nos enamora a las chicas es la dulzura de un chico y eso fue exactamente con lo que yo caí. En todo el tiempo que estuvo al lado mío, estuvo diciéndome cosas bonitas, y cuando nos levantamos para ir a cantar el cumpleaños él se colocó atrás y lentamente hizo que rodara hacia donde estaba el y me tomo de la mano, entrelazando su dedos con los míos. No podía mover mi mano, la tenía prácticamente dormida. Era increíble me había dado cuenta de que tenía un flechazo.

Sonaba tan hermoso cuando hablaba de un futuro juntos y estuve más que segura que lo que sentía por Adrián no era amor, sino otra cosa, pero con él fue diferente y muy bello

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Sonaba tan hermoso cuando hablaba de un futuro juntos y estuve más que segura que lo que sentía por Adrián no era amor, sino otra cosa, pero con él fue diferente y muy bello. Ese día me dijo que anhelaba un beso de mis labios. Después de ese día no acabo todo.

Hablamos seguido y nos comunicábamos muy bien. Y cuando llego el fin de semana sabia, que había llegado la hora de darle un beso a ese chico que me había logrado enamorar, y el juego del escondido era la fachada perfecta para que los demás no se dieran cuenta. Y así fue cuando nos encontrábamos jugando al escondido, los dos nos escondimos en el mismo callejón, sino que el entro primero y yo entre después, cuando me encontraba en la oscuridad, los dos estábamos igual de nerviosos ninguno de los dos se atrevía dar el primer paso, nos mirábamos y no sabíamos si hacerlo o no, yo no me sentía capaz así que no lo intente, hasta que dijeron: - un, dos, tres, Cristian y Angela en el callejón- y nos quedó de otra que salir corriendo, y cuando cogimos la líber nos sentamos y él me dijo:

Un nuevo despertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora