One shots +18 G.T.A rolplay. Spain-Infames.

Respeto.

Intenabo +18 (Sin lazos sanguíneos, como debería ser.)

Ambos cuerpos se meneaban al compás de la música tan vulgar que resonaba en las paredes de aquel lugar, todo había comenzado como un juego, juego que ambos solían tener cada vez que se aburrían, retándose uno al otro en propuestas absurdas que no hacían más que demostrar su inmadurez. La sala era iluminada por luces de colores colgadas en el techo, el humo de diferentes cigarrillos inundaba el lugar y los diferentes tipos de olores se complementaban creando un ambiente algo desagradable.

-"Paga, perro... No te creas que este cuerpo es gratis."- El joven de la cresta detenía sus movimientos cada vez que sentía miradas sobre su piel, no le incomodaba que personas desconocidas tuvieran acceso visual a su cuerpo, pero tampoco permitiría dar un show sin cobrar ni un solo centavo.

El antes mencionado solo lucía unos shorts extremadamente cortos de color naranja además de unas gafas de sol a pesar de no estar expuesto a la luz solar. Sus tatuajes coloridos quedaban a la vista de aquellas pocas personas que aún seguían en el local, su cresta de color rojiza se mantenía erguida hacia arriba sin importar los bruscos movimientos.

-" ¡Dale, Gustabo! Demuestra quién manda. "- Gritó con euforia mirando los raros bailes de su compañero de vida. -" ¿Esto te gusta, calvo? "- Preguntó meneando sus caderas de forma exagerada. -" Tal vez te guste más esto... ¿A qué sí? "- Al terminar aquella frase levantó un dildo de color rosa entre sus manos, lentamente comenzó a acercarse al sujeto, lo miraba con diversión notando el terror en los ojos ajenos.

Gustabo miraba la escena con ambas cejas hacia arriba, por el repiqueteo de sus pies y sus brazos moviéndose de lado a lado no notó que su móvil había comenzando a vibrar en la ajustada cintura de aquella pollera que su hermano le había obligado a usar para el trabajo. Tampoco había escuchado el sonido dado que la música del local retumbaba en sus oídos.

Ignoró las llamadas teniendo muy claro de quién eran, al finalizar la vibración se dispuso a sacar el móvil, varios mensajes de texto de una misma persona lo esperaban impacientemente.

-" ¿Quién eres? No tengo tu número guardado. "- Escribió mordiéndose la lengua para no reír, le encantaba poner de los nervios a su superior, era una sensación extraña pero sumamente seductora, tan solo imaginar la imponente voz de Conway insultándolo lograba generar miles de pensamientos impuros en su cabeza tan dañada.

Una vez más el móvil comenzó a sonar en su mano, no dudo en contestar aunque seguiría haciéndose el desentendido, hoy le apetecían algunos porrazos dados en su espalda.

-" ¿Quién eres? "- Preguntó con una pizca de picardía y malicia en su voz, del otro lado un suspiro lleno de cansancio se escuchó, aquel bufido pondría a cualquiera de rodillas en un instante.

-" ¿Cómo qué quién soy? "- Preguntó siguiéndole el juego, había utilizado el mismo tono de voz. Gustabo mordió su lengua al escuchar aquella voz tan característica, su cuerpo desprendió más calor de lo normal y su mente comenzó a imaginar mil y un escenarios sexuales con aquel hombre tan autoritario, tenía aquella mirada cargada de deseo hacia Conway desde hace mucho tiempo, no lo admitiría, pero ese hombre podría volverlo demente en cuestión de segundos.

-" Si es que... No te tengo gardao'. "- Luego de aquello dirigió su mirada hacia Horacio, quien meneaba sus caderas ofreciéndole un show privado al calvo, billetes esparcidos por todo el suelo dejaban claro la razón de su repentino cambio.

-" ¿No reconoces mi voz? "- Preguntó con la misma picardía que el menor, se quedó en silencio esperando una respuesta a la altura de sus expectativas.