Han pasado ya tres horas desde que vine a mi cuarto, logre terminar de leer el libro y ahora debo ir a la biblioteca real para buscar uno nuevo; el pequeño detalle está en que no quiero salir de aqui, no quiero tener que volver a ver a ése principe, ni a mi padre, ni a nadie; solo quiero quedarme aqui e imaginar que nada de ésto esta pasando.
Oigo como tocan la puerta de mi recamara a lo que concedo a la persona pasar; la puerta se abre y entra por ésta mi padre, lo saludo como se debe y le pregunto con toda la educación del mundo que, que desea.
—¿Que fue lo que paso allá abajo Ashley?—que pregunta tan absurda.
— Lo que paso es que el maravilloso principe con el que quieres que me case— digo con ironía- actuó de manera poco educada en la conversación que tuve con el.
— Solo dices palabras mentirosas para no aceptar tu error, sabes perfectamente que el lo que dijo es que tu eres hermosa— responde con indiferencia— y razón no le falta porque eres igual a tu madre — agrega.
— El dijo que no tenía intenciones de casarse, que solo se comprometió porque poseo belleza, por puro interés— le respondo con rabia— me parece que no te contó la historia completa.
— Pero claro que la conto completa y con lujo de detalle— me asegura mirándome fijamente— fuiste muy descortés al irte de esa manera y dejarlo con la palabra en la boca; eso no es aceptable ¿acaso olvidaste lo que se te ha enseñado?— me reprocha acercándose a mi con enojo.
— Claro que se lo que me han enseñado—contesto a su pregunta— me enseñaron a no dejarme llevar por las fascinaciones del hombre que solo quiere mi cuerpo, a hacerme respetar, y que así la gente no tenga como divulgar en las calles cosas falsas diciendo que su princesa es alguien que no formula autoridad; tu mismo me dijiste eso, y ahora estas aquí reprochandome el hecho de que provoque deferencia ante aquel sinvergüenza.
— No vuelvas a llamarlo de esa forma, el es tu prometido, tu futuro marido y tu próximo rey— me reclamo éste hombre que se hace llamar mi padre.
—Mamá estaría muy decepcionada de tus palabras.
— Tu madre esta muerta Ashley— responde con frías palabras que me llegaron al alma.
— Jamás pensé que actuarías así padre- digo decepsionada—y ¿sabes?...—hice una pausa— ... Yo sere la reina, no el, yo soy la heredera y es a mi a quien le corresponde, di lo que quieras pero sabes que tengo la razón.
— Di cuantas estupideses desees, yo no permitire que eso suceda— no me retes porque te irá mal.
— Con permiso papá, debo ir a buscar otro libro, este ya lo acabé— le dije para por fin sacarlo de mi vista.
Salgo de mi cuarto y me encamino al ala este del palacio para poder estar en la biblioteca y escaparme de la sociedad; cuando llego y abro la puerta, veo al principe Maximus sentado leyendo la historia del reino; desde su fundación ase 800 años hasta la guerra contra el reino de Asdrack por nuestras tierras.
Como no queria cruzar palabras con el, me fui directo al pasillo izquierdo a buscar algun libro que no haya leido ya. Buscando entre estantes me encuentro con ese muchacho al que tanta rabia le he tomado; simplemente no lo soporto, pero parece que al destino le gusta que me pasen estas cosas.
—¿Que quiere? No ve que estoy ocupada— le digo rodeándolo para alejarme.
—Si una ocupación es el que me esté evitando pues si, veo que está muy ocupada— me responde siguiéndome.
—Muy gracioso—camino un poco mas rápido.
—Demasiado— me gira provocando que quede frente a el.
—¿Qué es lo que quiere?— pregunto fastidiada de su comportamiento.
—Que deje de escapar sería bueno— no es mi culpa si no quiero tenerte cerca.
—No soy delincuente ni estoy en peligro como para estar escapando— le contesto fingiendo indignación.
—me perdonará usted pero por un momento eso fue lo que creí, después de todo, el ver como caminaba cada vez mas rápido me hizo pensarlo— pronunció con sarcasmo.
—Si claro, y ¿Es que acaso es usted guardía real para atraparme como si fuese una ladrona, o acaso, un secuestrador en busca de dinero?— replico.
—Por supuesto que no mi lady, como puede ver yo soy un principe.
—¡Oh! perdóneme, pero por un momento eso fue lo que creí, después de todo, el ver como me seguia me hizo pensarlo- con una sonrisa en mi rostro, repito sarcásticamente sus palabras.
—No sabia que las princesas utilizaban el sarcasmo de vez en cuando señorita— reprochó con arrogancia.
—Pues ya ve que a veces debemos hacerlo— respondo yo con algo de enfado.
—¿Que diría su padre si la oyese?—
Coacciono creyendo intimidarme.—Pues me regañaria y me daria el sermon del monte conociendolo— respondo tranquilamente— pero igual lo volvería a hacer, no haré caso a cosas tan tontas como esa.
—Interesante palabrería la suya princesa, pero le recomiendo algo sí me lo permite— aquí viene la típica frase— no todos los hombres vamos a estar aceptando palabras de una mujer, así que mejor cállese que se ve mas bonita— lo sabía.
—¿Sabe que? No me importa si a ustedes les gusta o no les gusta, si les incomoda o no les incomoda, yo naci con boca, por lo tanto puedo hablar todo lo que quiera— y me voy de nuevo, no pienso escucharlo un minuto más.
Holaaaaa perdón la tardanza, es que estoy en medio de algunos problemas familiares y por eso no puedo actualizar rápido, en serio perdón.
Aquí les dejo el tercer capítulo, espero que les guste, bye. 😘😘
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Rompiendo sus leyes
Historical FictionEn un mundo regido por el machismo, se encuentra una mujer dispuesta a alterarlo todo, una princesa destinada a casarse para poder ser reina. La joven no está de acuerdo, al ser la heredera ella será la reina, y cambiará a la humanidad. Será dificil...