Camino al despacho de mi padre para saber que es lo que quiere, estoy molesta porque la historia estaba en su mejor momento, pero bueno, ni modo.
Cuando llego toco la puerta de su oficina esperando su permiso para entrar.
Luego de oír su típico adelante, entro y me encuentro con un chico castaño, de ojos verdes, de buen cuerpo y alto; 1'90 cm diría yo.
Al lado de éste hay un hombre parecido al primero, pero tiene sus ojos marrones, es un poco mas alto que el joven; mide como un 1'93 cm, es de cuerpo escultural, y debo admitir que rápidamente me doy cuenta que son padre e hijo.
—Buenas tardes señores ¿Me llamaba padre?—le pregunto ya sabiendo su respuesta.
—Si Ashley, quería presentarte a Arthur Moore, rey de Mirannia y su hijo el principe Maximus Moore—me los presenta mi padre mirándome a los ojos.
—Gusto en conocerlos—digo a modo de saludo haciendo una pequeña reverencia.
— El gusto es nuestro—habla el principe besando mi mano.
— Bueno Ashley, he llamado a al rey Arthur y a su hijo porque he decidido que este jóven. Será tu esposo—y ahí mi mundo colapsó, yo no me voy a casar con nadie aún, y mucho menos con éste chico.
—¡No papá! ¡No me casaré con éste hombre!— le digo exaltada por sus palabras.
—¡No me hables así jovencita! Yo soy tu padre y tu rey.
—Ya lo dije—le respondo saliendo de ese lugar, alejándome de esos hombres que solo pretenden arruinarme la vida.
Subí rápidamente a encerrarme a mi habitación a olvidarme por un rato de todo; amo a mi padre pero se sobrepasa de los límites.
(...)
Después de pasar dos horas llorando en mi recamara, he decidido que ya es momento de darme un baño, vestirme y salir de aquí.
Me sumerjo en la bañera con agua caliente y me olvido de todo a mi alrededor. Amo bañarme, es tan relajante.
Media hora después por fin salgo de la tina y me dirijo a mi gran armario. Saco de ahí un hermoso vestido champagne con transparencias y una hermosa decoración de hojas en un tono parecido al del vestido con detalles dorados hasta la cintura y con la falda abierta.
Salgo de la habitación y me voy al jardín del palacio, encontrándome ahí con el principe sentado en uno de los bancos que se encuentran en éste.
—Buenas tardes— saludo por simple educación que me han enseñado.
—Buenas tardes princesa—se levanta y me saluda tambien.
—Es un hermoso día, no lo cree principe— formulo para iniciar una conversación.
—Es espléndido sin dudas—me responde él mirándome a los ojos.
—Mire, quisiera que me perdonara usted por mi comportamiento de ésta mañana; se que no fue algo adecuado de mi parte.
—No se preocupe mi lady, la entiendo, yo tampoco me quiero casar con nadie- me confiesa éste.
— Entonces ¿Por qué acepto? Usted estaba en su derecho de decir que no— le pregunto.
—Porque usted es una jóven muy hermosa y no podía rechazar tal oferta—desgraciado—pero yo por supuesto entiendo que no quiera comprometerse, somos muy jóvenes después de todo, pero en un par de años ya no será problema supongo.
— Usted no entiende, cree que es solo porque soy muy joven, pero no es solo por eso le informo, la razón abarca mucho mas que la edad— y me voy, no estaré ahí afuera con ese hombre.
Voy a dentro, subo las escaleras y me encierro en mi habitación con el libro que leia hace rato. Prefiero leer que escucharlos a ellos.
Holaaaa, aquí el segundo capítulo, espero que les guste.
Y perdón la tardanza.
😘😘😘😘
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Rompiendo sus leyes
Fiksi SejarahEn un mundo regido por el machismo, se encuentra una mujer dispuesta a alterarlo todo, una princesa destinada a casarse para poder ser reina. La joven no está de acuerdo, al ser la heredera ella será la reina, y cambiará a la humanidad. Será dificil...