Habit Café

Capítulo 2 / Habit Café

Harry acababa de llegar, se había sentado en el banco de piedra en el que estaba hablando aquel día de noviembre. Miraba hacia todas partes intentando reconocer alguna sonrisa pero sin éxito por el momento. Intentaba no ponerse en lo peor y mantenerse positivo pero estaba tan nervioso que le temblaban hasta las manos, cerró los ojos con fuerza y ​​bajó la mirada, intentó evitar el tembleque entrelazandolas, los pensamientos negativos se apoderaban de él y de sus sentimientos aunque no quisiera , la cabeza de Harry era un caos, pensamientos bonitos estaban en él y se intentó aferrar a ellos. No había pasado un buen año, a pesar de tener tantos amigos le parecía que eran desconocidos, se sintió solo, pero con Louis, todo era distinto, desconocidos que hablaban como si se conocieran de toda la vida. Los malos recuerdos volvieron a su mente y estaba al borde de las lágrimas, a punto de llorar en frente de aspirantes a artistas. Todo se desvaneció de repente, el chico notó como una mano se apoyó en las suyas que seguían entrelazadas por los nervios que se convertían en tristes recuerdos. Levantó la cabeza con una lágrima recorriendo su mejilla y lo vió, era Louis, el joven de ojos azules que hacía que todo fuera mejor. El alegre chico le dedicó una dulce sonrisa a Harry para animarlo y le pasó la mano por su mejilla para secarle la lágrima. Louis agarró a Harry del brazo y lo levantó con la ternura que solo él tenía, aún agarrándole, comenzó a caminar.

El mayor de los dos guiaba al menor mientras que este solo podía pensar en cómo, solo con su presencia, le cambiaba el humor. De vez en cuando, el chico de rulos, miraba a su muñeca para observar la dulce y pequeña mano que le agarraba. En uno de estos, Louis, echó la mirada atrás para mirar a Harry, sus ojos se volvieron a encontrar, aun así le pareció la primera vez que miró sus hermosos ojos esmeralda de verdad. El corazón se le aceleró, y, casi como si fuera un impulso, movió la mano bajandola lentamente hasta que las manos de los dos adolescentes se encontraron, los dos entrelazaron sus dedos mientras se miraban y sonreían.

Continuaron su camino por las calles de Londres, después de unos minutos llegaron a una pequeña cafetería. La cafetería tenía un letrero en la parte superior donde ponía "Habit Café", bajo este un pequeño toldo a rayas y unas grandes puertas de cristal. Era un humilde café con paredes azules y unas pocas mesas fuera, no había mucha gente así que podría elegir donde sentarse. La mesa de madera, aparentemente, era para dos, e iba acompañada de dos sillas a juego.

Una vez ya sentados uno frente al otro se les acercó una camarera, parecía conocer a Louis.

Hola Louis, esta bien volver a verte y esta vez con compañía - la morena miró a Harry y le sonrió - Nunca había traído a nadie, suele venir solo y siempre se toma el mismo batido, ¿quieres que traiga dos esta vez?

Louis afirmó con la cabeza. Acto seguido, la trabajadora del café, se lo apuntó en su libreta y los dejó solos otra vez. Harry se quedó mirando a Louis todo el rato, no podía apartar la mirada de sus ojos, el adolescente lo notó y no pudo evitar sonrojarse. Le dedicó una dulce y alegre sonrisa antes de que el chico del gorro empezara la conversación.

Parece que vienes mucho por aquí, la mujer te hablaba como si fuerais amigos. - Harry se quedó pensando un rato para luego cambiar de tema bruscamente - ¿Qué tal la audición? Me distrajo toda la situación y se me olvidó preguntar.

Creo que yo debería preguntarte por ella, estabas en un banco casi llorando - contestó Louis con cara de preocupación

El chico bajó la cabeza de repente y volvió a entrelazar las manos sobre la mesa como ya había hecho antes. Harry volvió a recordar, pero no de la misma forma que antes, en ese café sentado frente a él todo se veía como un triste recuerdo lejano.

Ahora todo va bien, solo recordé algo, nada más. - contestó a la anterior pregunta e intentó cambiar de tema - Aun quiero saber como te fue.

Louis sonrió como hacía de costumbre when estaba con él, no conseguía averiguar porqué, pero siempre lo hacía. Se inclinó hacía delante sin romper el intenso pero delicado contacto visual.

Harry, he ido para encontrarte, no pase de fase.

El corazón de Louis latía tan rápido y tan fuerte que temía que el chico que se sentaba en frente lo escuchara. Los dos seguían mirándose y permanecieron así unos largos segundos, intentaban entender sus sentimientos y lo que estaban viviendo en ese momento.

La camarera se acercó interrumpiendo antes de que alguno pudiera decir algo, les sirvió un batido de fresa y nata con sirope de chocolate a cada uno, luego les dedicó una mirada picara y se retiró para que podrían seguir con esa conversación. El chico de alegre sonrisa no dejó a Harry contestar, se había puesto nervioso, todo era nuevo para ambos.

Harry, yo... Yo solo quería volver a verte, me lo pasé muy bien el día de las audiciones y no pudimos intercambiar números. - hablaba con cara de preocupación, le preocupaba que el sentimiento no fuera mutuo.

Yo también quería volver a verte, yo tampoco pasé las audiciones y pensé que si tú las habías pasado nos podríamos encontrar ahí otra vez.

Los dos chicos seguían con el contacto visual y el lenguaje corporal de ambos indicaba cierta atracción e interés en el otro. Tanto Harry como Louis estuvo entendido la situación en la que se encontraban y, antes de preocuparse por querían disfrutar del momento. Siguieron hablando toda la tarde como hicieron en su primer encuentro, esta vez con una ligera diferencia que parecieron no notar.

Muchas de las personas que pasaban por esa calle les miraban con ternura por el amor y cariño que los dos jóvenes irradiaban, una parte menor de la gente que caminaba por allí se cambiaba de acera o les miraba con desprecio y con rabia, la homofobia seguía existiendo, incluso en esa época, aunque solo era producto de la falta de amor. Ellos parecieron no darse cuenta de eso, estaban demasiado concentrados el uno en el otro para entender que había gente que no les iba a aceptar.