Harry acababa de salir de su audición para aquel concurso inglés con el sol de mediodía iluminandole la cara, caminaba distraído repasando mentalmente los fallos que había podido tener ya que era su primera actuación con público.
El chico siempre había querido vivir de la música, transmitir eso que sus cantantes favoritos le había transmitido a él, lo que hacía que su nerviosismo aumentase. Estaba distraído pero cuando pudo salir de esos pensamientos y levantar la mirada vió a un joven chico a pocos centímetros de él. Le miró directamente a sus ojos azules, lo que a Harry le pareció un error, ya no podía dejar de mirarlos. Aunque estaba hipnotizado por sus hermosos ojos, también pudo darse cuenta de que poseía una gran y alegre sonrisa rodeada de unos finos pero preciosos labios que se separaron para hablar.
-Hola, parece que tú también sales de las audiciones - le dijo el adolescente simpáticamente.
Harry seguía embobado con sus ojos e intentó contestar a la pregunta torpemente.
-Eh ... Si, acabo de hacerla hace unos minutos. Simon me ha intimidado un poco pero creo que no me ha salido tan mal - contestó el joven de cabello rizado y brillantes ojos verdes.
El misterioso chico se le quedó mirando y le dedicó otra sonrisa al notar la dulzura e inocencia de Harry.
-Soy Louis - agregó para después extender la mano.
-Louis... - pensó Harry mientras observaba la pequeña mano de aquel chico con nombre hermoso.
Estuvo unos segundos más observando al joven hasta que se decidió a estrechar le la mano.
-Harry, ese es mi nombre.
Louis sonrió al escucharlo. Tras el apretón de manos, el mayor, llevó al chico de rulos hacía un pequeño banco de piedra que se mantuvo a unos metros de donde habían audicionado. Se sentaron uno al lado del otro y comenzó a hablar. Allí comentaron varias cosas del concurso, entre ellas los concursantes, todos los jóvenes les parecían talentosos pero ambos coincidían en que tres de ellos destacaban sobre los otros. Siguieron conversando como amigos sin apartar la mirada de los ojos del otro manteniendo un intenso pero tierno contacto visual.
Harry era bastante popular en el instituto y había conversado con mucha gente agradable, pero nunca estuvo tan agusto como lo estuvo con aquel desconocido, se sintió seguro. Louis conseguía que él mantuviera una tierna sonrisa y el brillo en sus ojos era constante aunque no parecía notarlo. La conversación era como si dos viejos amigos acabaran de reencontrarse después de un largo tiempo sin verse, a Harry se le he hecho largos los dieciséis años de espera. Se llevaron tan bien que decidieron intercambiar números para poder verso en otra ocasión. Solo en ese momento, Louis, se dió cuenta de las llamadas perdidas que le había dejado su madre.
-Lo siento, mi madre me ha estado llamando, tengo que irme ya a mi casa, nos vemos Harry. - dijo alegre pero apurando mientras se levantaba y caminaba con dirección a su casa.
Harry miraba como se alejaba Louis con el rostro serio. Se quedó unos segundos pensando en aquella tarde y, sin darse cuenta, una tierna sonrisa se dibujó en su cara.
Llegó a su casa y llamó al timbre, Anne, su madre, le abrió la puerta y le saludó esperando a que le contara cómo le había ido en la audición del concurso británico, en cambio, el adolescente, solo le devolvió el saludo de una forma simple pero sonriendo para después subir las escaleras. Abrió la puerta de su cuarto, se dirigió a su cama y se dejó caer dejando unas arrugas en sus sábanas blancas, Se quedó tumbado mirando al techo boca arriba, con los brazos extendidos y las zapatillas aún sin quitar, mientras intentaba ordenar sus pensamientos y emociones. Quiso quitarse la sudadera granate que se había puesto para la audición pero, estaba tan agusto que se durmió en esa posición.
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Habit Café
Roman d'amourHarry Styles y Louis Tomlinson son dos jóvenes adolescentes que se conocen en la salida de un concurso de talentos londinense. Después de eso deciden seguir viendose y con unos pocos encuentros ya cogen una confianza de viejos amigos. A partir de e...