PRÓLOGO

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Eran las 12 de la noche en la oscura y fría ciudad de Los Santos.
Sentado tomando sus rodillas y fumando un cigarro; se encontraba Gustabo García. Gustabo es un rubio muy apuesto, un poco bajo de estatura (1.70 metros para ser exactos), y con un cuerpo demasiado trabajado, todas las mujeres querían con él. Su carácter es de odiar, pero cuando lo conocen es demasiado bueno.
A su lado, se encontraba un chico de un peinado muy peculiar, portaba un vestuario demasiado llamativo, pero a ser verdad, le quedaba muy bien. Horacio Pérez era un chico guapo, su estatura es un poco similar a la de Gustabo. Su carácter, a diferencia de Gustabo, era muy alegre, llenaba todos los lugares de sonrisas.
Estos chicos se conocieron cuando Gustabo tenía aproximadamente unos 8 años y Horacio 9 (si, eran unos niños). Todos pensamos que a esta edad todos los niños jugamos, nos divertimos y pasamos momentos con la familia, pero no todos corren con la misma suerte.
Gustabo, desde que sus padres lo abandonaron en la calle empezó a robar tiendas pequeñas. ¿Su casa? No tenía, su refugio eran los bancos de las paradas del camión, bancos del parque, y de vez en cuando algunas personas le daban asilo por un par de días.
Horacio con un padre alcohólico y una madre que lo abandonó,  tuvo que salir adelante por sí solo. La escuela la abandonó y se dedicó a pedir dinero, sin embargo mucha gente se negaba. Al llegar a casa por las noches, su padre siempre le gritaba echándole la culpa a este por el abandono de la madre, sabiendo que la mamá se fue por culpa del padre.


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Bueno amigos, ahí humildemente el prólogo. La verdad que estoy iniciando y ya siento que la cagué :(. La verdad me da miedo que no les guste o que no entiendan debido a mi mala redacción.
Perdón amigos y amigas.

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