El Lobo y La Bruja

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Notaba un enorme calor en la espalda, aunque era bastante agradable estaba empezando a sentirse demasiado sudada. Por ello la castaña decidió levantarse de lo que más tarde descubrió era el agarre del lobo, que bajó las sabanas se encontraba totalmente desnudo.

No era el momento de dar rienda suelta a su instinto más primario, y aunque la visión de un Peter desnudo con la cara relajada y aquel musculoso pectoral al aire encendieran a la joven. Alice hizo de tripas corazón y se deshizo del agarre del lobo para ir directa a la ducha.

Era una suerte que el lobo no la desnudara para dejarla en la cama, prefería que la primera vez que se desnudara frente al mayor fuera algo de mutuo acuerdo. Por ello, una vez en el baño se despojó de la ropa que cayó al suelo y entró en la ducha para así dejar caer los primeros chorros de agua caliente sobre su pálida piel.

El agua la ayudaba a pensar, aceptar ser la compañera de Peter no era moco de pavo. Los compañeros de los lobos eran algo muy importante en las manadas, era una especie de contrato mucho más profundo que el matrimonio.

Algo precioso, pero a la vez terrible. El vinculo que tenía con Peter ni siquiera se había formalizado y a su vez al morir el lobo, la joven sintió como perdía un pedazo de ella. Si llegaran a enlazarse, lo que le esperaba a la joven si el lobo moria, era la muerte por soledad.

Aunque ahora Peter era prácticamente inmortal, no tenía muy claro si debía escuchar a su corazón o seguir siendo la joven racional que había sido hasta ahora.

Tenía un lío enorme en la cabeza, no sabía que debía hacer. El amor no era algo fácil de entender, ni siquiera en sus libros de hechizos. Aquellos sentimientos eran tan complicados de entender que ni la magia podría ayudarla esta vez.

Por ello tan solo le quedaba acallar aquella voz en su cabeza y seguir lo que su corazón le decía.

El simple hecho de imaginar los cálidos y suaves labios de Peter recorrer su cuerpo, hacía que se le erizara la piel. Descendió sus manos recorriendo cada centímetro de su pecoso cuerpo imaginado como serían las caricias del lobo sobre ella. El agua cálida y su imaginación la llevaban a un lugar tranquilo donde no existía nada más que ella. Dejándose llevar por la situación la joven pronto empezó a emitir leves jadeos, algo que hizo que el lobo abriera los ojos de golpe.

Buscó con la vista de donde procedían aquellos jadeos, prestando más atención escuchó el agua caer, la clara evidencia de que la joven se encontraba en la ducha. Saber que Alice se encontraba desnuda bajo el agua y probablemente acariciándose ella misma encendió al mayor. El cual se levantó de la cama y se dispuso a irrumpir en el baño con sigilo, al hacerlo la habitación entera se encontraba sumida en una nube de vapor.

No necesitaba desnudarse, puesto que él dormía siempre sin ropa. Se miró un segundo al espejo, en él, pudo ver de nuevo su recién adquirida heterocromía, sonrió ladinamente y entró en la ducha con cuidado. Una vez dentro se colocó con mucha delicadeza tras la espalda de la joven para así rodearla entre sus brazos y susurrarle al oído.

— He oído que tienes un trabajito entre manos y he pensado que quizá quieras algo de ayuda —habló el lobo con la voz más sensual que Alice había escuchado.

La joven no pudo decir nada, las palabras no salían de su boca, el cálido tacto de Peter sobre su cuerpo le estaba produciendo un cortocircuito. La sonrisa ladina del lobo volvió a aparecer tras ver como había dejado a la joven sin respuestas mordaces.

— Veo que el lobo se ha tragad tu lengua, será mejor que use entonces la mía.

De nuevo aquella voz aterciopelada y varonil hizo que varias descargas sacudieran el cuerpo de la joven al tiempo que Peter sacaba a pasear su lengua por el cuello y el lóbulo izquierdo de la joven. La respuesta a esto no fueron más que jadeos y gemidos por parte de la castaña.

Mi novio es un Zombi (Steter) [Finalizada] (Reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora