Secreto (Varg Vikernes × Euronymous)

Un poco sobre mi infancia

A muchos nos ha tocado aguantarnos un círculo problemático, o hemos tenido ese tipo de situaciones en las que nos toca aguantarnos sólo humillaciones, desgracias o cualquier cosa que nos joda la existencia, unas más difíciles que otras, claro.

Bueno, este es mi caso... en el que desde muy pequeño me ha tocado aguantarme demasiado, y he pasado por muchas cosas en muy poco tiempo. Sí... Øystein, ese mismo. Y es que siempre he intentado no sentir tanta rabia hacia mis padres, sé que intentaron hacer lo mejor, pero cometieron muchas equivocaciones, jodieron la bonita relación que teníamos cuando tenía cuatro años; todavía recuerdo como me llevaban al bosque, y dormíamos allí, jugábamos, comíamos, nos reíamos, entre otras cosas que me parecían un dulce caramelo. Pero claro, todo tiene un comienzo y un final, este terminó triste y empeoró.
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Cuando mis padres seguían juntos vivíamos en una pequeña cabaña a las afueras de Oslo, recuerdo que cuando nevaba era muy relajante porque salíamos a tirarnos bolas de nieve, a hacer muñequitos, entre otras cosas. Viví allí hasta que mi padre salió un día a trabajar y no volvió; él, mi ídolo y quien me hacía sentir mucho más protegido.

Mi querido padre se dedicaba a cuidar de los bosques, y también le salían trabajos de construcción. Recuerdo que un día me llevó a ver una hermosa casita que estaba construyendo, y los pinos y él hacían que me sintiera muy cálido aunque hubiera tanto frío.

Salió más o menos a las 4:30 p.m y mi madre y yo estábamos acostumbrados a que llegara entre 9:00 a 10:30 p.m, pero cada vez nos preocupábamos más, porque se hacía más tarde y él no aparecía. El bosque era profundo, bello, frío, oscuro cuando llegaba la hora, pero sin mi papá no me sentía completo. Me gustaba contemplar esas cualidades del bosque junto a él y mi madre.

Mi mamá y yo decidimos irnos después de un mes y medio. Ya todo no era igual, ella no soportaba ver más las pertenencias y seguir sintiendo los olores de mi padre en la casa. Esto sonará estúpido, pero hasta la madera conservaba ese delicioso olor a él; mi adorado, perseverante y proteccionista (por un tiempo, quién diría). Eso lo explicaré más adelante.

Recalco que sí varias veces pude observar varias discusiones de ellos, aunque no eran tan agresivas. Nunca vi que hubiera maltrato físico, pero sí verbal y muy fuerte. A pesar de eso yo era su tesoro, y eso los unía. Eran como mi llave.
Esos buenos momentos se fueron desvaneciendo con el tiempo porque mi madre cayó en depresión, ella lo amaba y no podía vivir sin él. De todas formas me cuidaba, pero seguían los problemas. Mi madre siempre tuvo problemas con el alcohol, era extrema y no le importaba nada cuando lo consumía. Por esa razón (y muchás más) peleaba con mi padre.
Fue muy descuidada con mi persona, habían veces en que se iba por días enteros, unas veces era más cruel y otras menos. Máximo llegó a dejarme solo sin casi nada una semana y media. Antes n
mi padre mantenía la casa, (su unión tenía bases en el tradicionalismo) mi madre trabajaba bordando lo que pudiera, como cobijas, colchas, ruanas, bufandas (las hacía hermosas)... para después venderlo al turismo, y personas que trabajaban cerca de nuestro entorno.
Ya cuando mi padre desapareció (y yo siempre me hice las hipótesis de que se lo comió algún animal salvaje, quizá un oso, o hasta uno de su misma raza asquerosa, supremamente mortal) mi madre decidió conseguirse un trabajo que le diera mucho más dinero, porque el que hacía anteriormente nisiquiera alcanzaba para una comida del día completo. Nos mudamos en el centro de la ciudad y ella consiguió trabajo como mesera en un bar que quedaba más o menos a siete cuadras de nuestro hogar. Ese lugar nunca me gustó, más grande le rogué que dejara de trabajar allí, la trataban mal y eso me dolía. Varias veces llegaba con moretones y era muy obvio que el dueño la trataba mal, ese hombre era radical, amargado y nunca me cayó bien. Como ella era de una clase media ya tirando a baja la irrespetaban como se les diera la jodida gana, y eso siempre me dio muchísimo coraje. Con respecto al tema educativo, estudiaba a dos cuadras. El colegio era una mierda, no invertían en el y la enseñanza no se basaba en la opinión de uno sino en lo que esos cabrones dijeran y punto o regla. La mayoría de las veces me iba solo porque mi mamá amanecía con guayabo y no me llevaba porque estaba con malestar o solo por el jodido hecho de que no aparecía, se esfumaba de este asqueroso mundo. Bueno, el colegio no me gustaba pero sí tenía un único amigo ahí, su nombre era Nico. Él sí no se burlaba de mí como los demás lo hacían, al contrario, me admiraba por ser diferente y muy apasionado a la música. Desde muy pequeño me interesé en ella, siempre es la que me ha ayudado a desahogarme de mis jodidos problemas.
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Bueno hola, este ha sido el primer capítulo de esta historia. Se vendrán cosas buenas. Me divierte mucho hacer esto, y si alguien lo lee algún día espero le pueda gustar. Buena madrugada :3 Xd