❝𝓒𝐚𝐩𝐢𝖙𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟑❞

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°₊ ፧ ੈ♡𝖀𝖓𝖆 𝖘𝖊𝖌𝖚𝖓𝖉𝖆 𝖔𝖕𝖔𝖗𝖙𝖚𝖓𝖎𝖉𝖆𝖉
𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖍𝖆𝖇𝖑𝖆𝖗 ☄ ϟ〰


Aquella gigante habitación que alguna vez fue monótona y sombría ya era adornada de mas vida, todo gracias a una joven albina que mantenía en pie su palabra de no dejarla sola nunca más, Tsuki agradecía que alguien como lo era Yashiro se interesar...

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Aquella gigante habitación que alguna vez fue monótona y sombría ya era adornada de mas vida, todo gracias a una joven albina que mantenía en pie su palabra de no dejarla sola nunca más, Tsuki agradecía que alguien como lo era Yashiro se interesará en mantener un bonito lazo de amistad sincero con ella, varias actitudes de la muchacha le recordaban a la única chica que pudo llamar amiga, Sumi, era mentir si decíamos que no la extrañaba, fue alguien muy fundamental en su vida después de tantas decepciones que se llevó.

Yashiro por su parte trenzaba de manera muy animada el cabello grisáceo de Tsuki, le parecía que era demasiado lindo como para no querer tocarlo, vaya sorpresa cuando le pregunto si podía peinarla y está sin dudarlo le dijo un "sí". Quedó satisfecha con su trabajo, dos trenzas que se asemejaban a la forma de un corazón con sus demás cabellos sueltos fue el resultado final.

─Tsuki-chan... ¿Crees que yo le llegue a gustar a alguien? ─fue repentina su pregunta, sin embargo, quería algún consejo u opinión respecto a su vida amorosa─. Como ya habrás notado mis piernas no son de mucha ayuda para conquistar a los chicos, son muy gruesas y hasta las comparan con un par de daikons ─llevó sus manos a su cara ocultandola entre ellas, cierto fantasma de cabellos castaños oscuros era quien más la llamaba con aquel estúpido apodo. Bajo su mirada hasta el suelo topandose con las piernas de la espectro─. Tu tienes piernas lindas más importante son delgadas.

La peli grisáceo rápidamente se percató de la inseguridad que está poseía con esa parte de su cuerpo en específico, lo cual no debería ser así, el amor propio es muy importante para llevar una vida sana, no era la más indicada para hablar sobre quererse a si mismo ya que ella no lo hacía por completo pero no por su físico era más por algo que vivía en su interior y se negaba a dejarla ser una consigo misma.

No iba a ignorar lo que la de orbes rubíes sentía, es más, intentaría que se aceptara a si misma.

─Yashiro-chan no tienes que avergonzarte de tus piernas, para mí son muy bellas, no siempre verás unas piernas como las tuyas te lo digo yo que he estado aquí hace 50 años ─Yashiro elevó su cabeza ¿Enserio alguien pensaba eso sobre ella? Los ojos sinceros de la Nagareboshi no tenían rastro de estar mintiendo─. Ser diferente a las demás chicas no te hace rara al contrario, te hace especial un día alguien verá esa hermoso corazón que tu tienes.

Soltó un sollozo abrazándola por sorpresa, no se quejó por tal muestra de afecto, al parecer sus palabras le habían llegado a tocar su corazón como un músico convierte simples letras en un conjunto de versos creando una melodiosa obra musical que hace a los oídos no quieran dejar de escucharla, por lo que era natural que reaccionara de aquella forma.

─¡Tsuki-chan, no sé que hice para tenerte como amiga, eres como una hermana! ─más de una vez se lo había demostrado, el tiempo que le dedicaba para oír sus historias llenas de fantasía, las veces que le preguntaba como era su día, esas pequeñas acciones que hacen valer mucho a una persona.

⭑ℰ𝗻𝘁𝗿𝗲 𝘀𝗼𝗻𝗿𝗶𝘀𝗮𝘀 𝘆 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗼𝘀 ─hanako/amane yugi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora