Tenía que ser lunes. El día menos favorito de Donghae, en medio de un bostezo se dio cuenta que su habitación estaba más iluminada de lo usual y eso solo quería decir que se le había hecho tarde para ir a la escuela.
Por suerte, se había dado una ducha la noche anterior y solo necesitó buscar su ropa, vestirse y acomodarse el cabello. Llamó a Haneul y ella apareció en el umbral con el cabello mojado y el peine en una mano. Le pidió que le atara las cintas de los zapatos y su hermana aceptó a regañadientes.
Ya listos, ambos bajaron de prisa por la escalera y tomaron una fruta del cesto en la cocina. No tendrían tiempo de desayunar pero aquello les sustentaría durante unas horas antes de poder tomar un receso.
Asegurándose de que la puerta principal quedara bien cerrada, Haneul le tomó de la mano, tenía severas advertencias de llevar a Hae sano y salvo a la escuela porque el chico se distraía con facilidad y en más de una ocasión lo habían perdido de vista.
-Cuídate y pon atención en clases, no te metas en problemas- Haneul le besó en la mejilla y se marchó dejándole en la entrada de la escuela.
Pero Donghae no había obedecido. Por alguna razón no pudo concentrarse en la clase de la maestra Yul, a pesar de que era una de sus favoritas. No se sentía con los mejores ánimos, miró su cuaderno y se dio cuenta la cantidad de veces que había escrito Hyukjae, de distintas formas y tamaños, había intentado dibujar el rostro de su amigo pero era un fracaso en ello, lo único que consiguió fueron unos tétricos garabatos que se burlaban de él desde el papel.
-Donghae ¿sucede algo?- la voz de su profesora lo sacó del mar de sus pensamientos. El tono que usó fue muy amable pero no impidió que varios idiotas se rieran porque le había llamado la atención por distraído.
-No señorita Yul, disculpe
-No te preocupes, te prometo que ya termina la clase
Esa era una de las razones por las cuales le tenía mucho cariño a su maestra pero también un motivo de burla de sus compañeros. Era el favorito y todos estaban conscientes de ello, pero él no tenía la culpa de ser el más pequeño de la clase y causarle ternura a todo el personal docente.
-¿Qué pasa marica no has visto a tu novio?-.
Últimamente las bromas de Jiyong se habían vuelto más pesadas, al principio no les había tomado tanta importancia porque el chico no pasaba de lanzarle bolas de papel en clases; sin embargo el acoso cada vez aumentaba. De las bolitas de papel había escalado al punto de no dejarle pasar por el pasillo y llamarlo maricón porque le veían hablando con Kyuhyun.
Donghae quiso bendecir el timbre cuando anunció que la clase había finalizado. Guardó sus cosas y salió del salón cruzando el patio con la mochila al hombro y el uniforme desfajado. Si Haneul no iba por él se iría solo, no estaba de buen humor y aun tenia hambre.
-Hey nene ¿vas a ignorarme?
Pero le fue inevitable sonreír cuando escuchó la voz dulce y grave que le recodaba al sonido de un saxofón, se dio la vuelta y confirmó que se trataba del dueño de sus pensamientos esa mañana. Lo vio apoyado en una de las gruesas columnas del portón, tenía una pierna flexionada y un cigarrillo entre sus dedos.
-¡Hyukkie!
-Si si que emoción –dijo el mayor de los dos con tono divertido- vámonos
-¿Vas a llevarme a casa? Haneul vendrá por mí.
-La he visto antes de venir y tienes todo su permiso para venir conmigo
No estaba cien por ciento seguro de las palabras del mayor pero de verdad quería pasar toda la tarde con él asi que acabó por ceder.
ESTÁS LEYENDO
Némesis
FanfictionSomos enemigos pero nos llevamos bien cuando estoy dentro de ti. 🔺Reescrita