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Llegó a su casa y volvió a mirar aquel papel, seguía repitiéndose una y otra vez que esa nota no era para él y que seguro la habían dejado en su casillero por error, porque simplemente nadie podría fijarse en él, desde su punto de vista, Alex no e...

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Llegó a su casa y volvió a mirar aquel papel, seguía repitiéndose una y otra vez que esa nota no era para él y que seguro la habían dejado en su casillero por error, porque simplemente nadie podría fijarse en él, desde su punto de vista, Alex no era más que un chico de 23 años (que aparentaba menos) con 1,55 de altura y con mil defectos, un físico y un rostro que daban asco, sin olvidar que tampoco tenía el mejor carácter del mundo.

La única persona que se había fijado en Alejandro era él, su primer y único amor, pero todo eso había acabado.

Suspiró triste al recordarlo, a pesar de los años el dolor aún no de iba y la herida aún no sanaba.

Con pesadez se encaminó hacia su cuarto y dejó sus cosas a un lado de la cama para luego tirarse en ésta a recordar todos y cada uno de los momentos vividos con él, dejando que las lágrimas rodaran por sus mejillas y cayeran sobre la almohada.

Aún lo amaba.

(...)

Al día siguiente, el pequeño azabache se dirigió a su Universidad y continuó con sus clases como todos los días, sin nada fuera de lo normal. Excepto porque la carta que había recibido el día anterior no salía de su mente.

Por mucho que se repitiera que no era para él y que obviamente se habían confundido de casillero, algo muy en el fondo de él le decía que esas palabras iban específicamente dirigidas a él y que cada una de ellas habían sido escrita con tanto amor especial y únicamente para él. Pero no entendía el por qué.

Una vez más el timbre para el almuerzo se hizo presente, Bravo guardó sus cosas y con dos libros en mano se dirigió hacia la puerta, donde su mejor amigo lo esperaba como ya le era costumbre.

Los dos amigos se emprendieron camino hacia el casillero del menor para que pudiera guardar los libros que llevaba.

── Ya te lo dije tío, debieron dejar esa carta en el mío por error, es decir ¿quién me mandaría cartas anónimas confesándome que está enamorado de mi? No tengo ninguna admiradora o admirador secreto ── decía el azabache mientras abría la pequeña puerta de metal.

── Al parecer si lo tienes chaval. Mira, tienes otra carta ── el mayor apuntó hacia el suelo donde yacía un papel igualmente doblado por la mitad al igual que el primero.

Alexby bajó su mirada dándose cuenta de que en efectivo, así era. Se agachó y la tomó para luego desdoblarla, Fargan quiso acercarse para leerla también, pero en ésta ocasión, su amigo lo miró con reproche y lo alejó poniendo su mano en su cara, acción la cual fue respondida por un intento de puchero de parte del castaño, aunque más parecía una mueca. El más bajo rió un poco negando con la cabeza divertido y procedió a leer aquella nota.

"Soy un cobarde por no decírtelo de frente, pero esta es la única manera en la que puedo decir te amo... y en la que puedo decirte perdón, Alejandro"

── Con que un error ¿eh? ── se burló el de ojos ámbar, pero el muchacho con la carta en mano y su carita toda roja no le dieron importancia. Su mente estaba en algo más importante.

Ahora sí que podía confirmarlo, no era ningún error. Aquellas cartas de amor y perdón si iban dirigidas especialmente para él.

 Aquellas cartas de amor y perdón si iban dirigidas especialmente para él

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Pues sí gente! Acá habrá un Alexby chiquito, muy chiquito xD

Espero les guste jsjs uwu

Nos vemos gente!!

[Cartas Para Alexby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora