Cartas de amor a una extraña

First Encounter.

Respiración agitada, pupilas dilatadas, sentir mi corazón latiendo rápido, ¿Estaba teniendo un ataque? No era ansiedad, tampoco era disforia... estaba emocionada...

¿Emocionada? Tal vez nerviosa, a pesar de tener un programa de radio y pasarme la vida hablando con extraños, el encontrarme con ella era diferente. Constantemente pensaba; en causar una buena impresión, ¿Me veré igual de linda que en mis fotos? Se ve que ella es tan cool... ¿Cómo podré impresionar a una chica tan linda?

Pensando en retrospectiva solo puedo decir que era una joven enamorada, y que esa chica que seguía siendo una incógnita para mi persona había cautivado mi total interés.

Durante nuestras habituales charlas, encontramos por fin un tiempo para podernos ver en persona, el conjunto de una hora libre en su horario y un día sin asignaciones de mi parte, fueron la antesala de ese esperado momento.

De vuelta a ser una adolescente de 15 años, de vuelta a preocuparme por mi apariencia, Intenté verme linda, no logré mucho para ese entonces no tenía la menor idea de como maquillarme y lucía extraña.

Pero ahí estaban aquellos ojos lindos, esas bellas esmeraldas que idiotizaban mis sentidos, sentada en el suelo con una actitud tan relajada. Sonrió al verme, hizo un cumplido sobre mis ojos, y comenzamos a charlar.

Mentiría si recuerdo que de que hablamos, pero esos nervios, ese miedo a arruinar la primera impresión quedó de lado al escuchar su voz, al sentir su actitud y al conocer su sentido del humor.

Al parecer ambas habíamos disfrutado del "small talk", el tiempo pasó rápido, y ambas regresamos a nuestras respectivas rutinas, en mi caso con una sonrisa...

No pasó mucho antes de que nos encontráramos de nuevo, pareciera que nuestro primer encuentro había desbloqueado una nueva línea en nuestra partida de vida, ya que el verla se hacía mas recurrente, poco a poco dejamos de ser extrañas, poco a poco comenzamos confiar la una en la otra, a disfrutar de nuestra compañía.

Sin darme cuenta, en mi cabeza, la chica de ojos verdes, sonrisa bonita y actitud encantadora. Se había apoderado de mis pensamientos... Poco a poco un sentimiento comenzaba a despertar, un fuego que cocinaba y tomaba potencia lentamente.

¿Será buena idea confesar mis sentimientos? Confió en que sí después de todo se trata de ti mi ya no tan misteriosa mujer...