El primer día de clases de cualquier universidad, es realmente como lo pintan en las películas estadounidenses. Estudiantes corriendo de un lado a otro, saludando a sus amigos, presumiendo bronceados, alardeando de lo que hicieron en el verano. Parejas de novios reencontrándose y besándose como si no hubiera un mañana.
El estómago se me revolvía solo de ver a un par de novios devorándose el uno al otro en un beso ardiente y apasionado.
Cepillé mis dedos entre mi cabello y me quedé con la mano enredada en las puntas.
Caminé por el campus, sin dejar de sentirme nerviosa, Jisoo, mi mejor amiga de toda la vida, me había dicho que ella había aprobado su examen de ingreso. Me había dicho que ella estudiaría en la misma universidad que nosotras y, a pesar de saber que el lugar era terriblemente grande y que había una posibilidad en un millón de encontrármela en los pasillos, me sentía aterrorizada.
No estaba lista para verla una vez más. Mucho menos para encararla, saludarla o hablar con ella. Había pasado el verano entero en Australia, en un rancho, alimentando vacas, caballos y cerdos; y en ningún momento había abandonado mis pensamientos.
Lalisa Manoban, era y sería siempre mi perdición.
Habíamos terminado hace casi tres meses. Un mes antes de las vacaciones, y aún me afectaba la idea de no estar con ella.
— ¡Tú, pequeña idiota! — escuché una voz horriblemente familiar gritando detrás de mí. — ¡Cuando dije cambio, me refería a algún tinte, una despuntada, un nuevo estilo, no me refería a que cortaras la mitad de cabello! — Jisoo era una exagerada, me había cortado el cabello tan poco que no se notaba la diferencia.
Una sonrisa estúpida se deslizó por mis labios y me giré para mirar a Jisoo, abriéndose paso hacia mí entre la multitud. Unos grandes brazos me abrazaron con mucha fuerza antes de que pudiera procesarlo y le devolví el abrazo antes de decir: — ¡Estaba fuera! ¡No sabía a qué clase de cambio te referías!
Me aparté de ella un poco y noté el color rosa pastel y magenta de su cabello. Mis cejas se alzaron con incredulidad y dije. — ¿Me hablas a mí de cambios extremos? ¡Mira el color de tu pelo! ¡Es tan rosa como una vagina!
Una carcajada brotó de su garganta mientras enredaba su brazo en mi cuello, guiándome por la multitud. — Este semestre, mi queridísima Roseanne, estoy decidida a hacer de todo.
— Si Jennie te lo permite. — acoté.
— Si Jennie me lo permite. — concordó ella.
Caminamos hasta el edificio principal, donde veríamos nuestro horario de clases y el edificio de nuestras clases. Jisoo y yo compartíamos carrera: ambas habíamos decidido estudiar letras. Sin embargo, ella se inclinaba más al periodismo, y yo era del tipo escritor.
Jennie, por otro lado, estudiaba ciencias sociales, y su edificio estaba del lado oeste del campus. Lisa, se había matriculado en derecho, su edificio estaba al norte del campus. Bastante lejos del mío, que estaba al sur.
— Me dijo Jennie que te vio en el Perfect Night el fin de semana pasado. — dijo Jisoo.
Yo me tensé un segundo antes de asentir rápidamente. — Sí. Fui ahí.
— A verla... — afirmó ella.
— A verla. — concordé.
— ¿Y? — inquirió.
— ¿Sabías que realmente sabe cantar? Quiero decir, ¡Canta! ¡Muy bien! — dije.
— Lo sé. Es talentosa. — dijo mi amiga, con una sonrisa suficiente. — ¿Hablaron?
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Though you can see me (Chaelisa G!P Adaptación)
FanfictionLa vida de Lalisa volvió a ser, en su mayor parte, de la forma en la que solía ser antes del accidente en el que perdió la capacidad de ver. Fiestas, chicas, música y popularidad... y al mismo tiempo algo había cambiado en ella. Ya no era la misma...