Quieres formar parte del mundo mágico? yo se que si.
Adéntrate en este libro para poder sentirte como en el mundo mágico, vive historias con todos los chicos o chicas de Hogwarts y disfruta.
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Estoy sentada en la mesa de Slytherin en el gran comedor, mirando mi plato de comida pero sin comer absolutamente nada. Mi mirada ya no es como antes, me lo han dicho, mis ojos ya no tienen ese brillo que tenían antes, ahora siempre están cubiertos por ojeras.
No duermo, no como, no hablo, todo por el. Las pesadillas se han convertido en algo constante que me hace pasar las noches en vela. A veces lo veo caminando por los pasillos, aparto la mirada rápidamente pero incluso así puedo darme cuenta de que el tampoco es el mismo, el también a cambiado. Está distante, no habla con nadie, sus amigos me han dicho que desaparece sin decir decir nada y que ya no pasan tiempo juntos. Y yo se que es por mi, por lo que hizo y porque lo hizo, el cree que yo no lo se. Que no se que rompió conmigo por protegerme, por alejarme de ellos, de los mortífagos.
Intenté impedírselo pero no escuchaba, estaba cegado por el deseo de protegerme, de procurar que no salga herida, pero hay algo que el no sabe. El no sabe que mi padre decidió por mi, decidió que mi legado y destino era formar parte de sus seguidores y yo... a pesar de que al principio intenté convencerlo no hubo manera y al final cedí, porque si no lo hacía moriría y no quiero morir. Y Draco ya no es el único que lleva esa marca en el brazo.
-Que le pasa a Potter?- oigo lejanas conversaciones pero esa me llama la atención y al levantar la vista busco al elegido por el gran comedor.
Al encontrarlo está de pie en el medio del pasillo entre las mesas de Gryffindor y hufflepuff , con los puños apretados mirando con ira algo delante de el. Sigo su mirada y encuentro lo que mira, o mejor dicho a quien mira, a el.
Draco está a unos metros de Harry, con una mirada triste y desde mi sitio puedo ver como le tiemblan las manos, el no me ha visto todavía y yo me dedico a observar la escena. Se miran unos minutos más hasta que Draco no aguanta más y se da la vuelta para salir corriendo de allí. Harry camina con la intención de seguirlo y sé que no tiene buenas intenciones así que me levanto rápidamente y corro hasta interponerme en su camino.
-que te pasa?- pregunta con enfado
-no lo sigas- advierto y salgo corriendo de allí para seguir al que me atrevería a llamar el amor de mi vida
Cuando entro en el baño lo primero que escucho son sollozos, los suyos. Draco está llorando y eso nunca es buena señal, me adentro un poco más en el baño y lo veo ahí, apoyado en el lavabo con la camisa por fuera del pantalon y un poco desabrochada, su corbata ha desaparecido y su precioso cabello platinado está desordenado. Y llora, llora mucho sin darse cuenta de que estoy ahí
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-Draco- pronuncio su nombre y el se da la vuelta alarmado. Me mira a los ojos por unos momentos y yo creo que voy a morirme si paso un día más sin el.
-Vete, no deberías estar aquí- dice y se aleja de mi todo lo que puede
-no voy a irme, no voy a dejarte- digo y me acerco apresuradamente hacia el
-no lo entiendes- dice y se da la vuelta, mirando su reflejo en el espejo hasta que también se puede ver el mio al acercarme
-mi amor...- digo posando mi mano en su hombro
-no puedo hacerlo, si vuelvo contigo acabarás mal y no puedo permitirlo- dice aún sin mirarme y llorando
-no Draco, mira- agarro su hombro para que se gire y me mire.
Su mirada está clavada en el suelo y yo agarro su mentón para hacer que me mire, las lágrimas comienzan a salir de mis ojos involuntariamente y no puedo evitarlo. Levanto la manga de mi camisa con cuidado hasta que dejo ver la marca tenebrosa en mi brazo derecho. Draco al verlo agarra fuertemente mi brazo por la sorpresa y comienza a susurrar cosas intengibles t sin sentido
- no no no- repite una y otra vez
-los dos sabíamos que pasaría, sabíamos que mi padre decidiría esto- digo con la voz quebrada- ya no hay vuelta atrás Draco
El suelta mi brazo y me mira a los ojos de nuevo, pero ahora, a pesar de que esos ojos siguen apagados, sin el brillo que tenían antes, ahora me miran con amor. Con el amor que intentaban ocultarme para mantenerme alejada.
No puedo aguantarlo más y lo agarro por las mejillas para plantar mis labios contra los suyos en un beso que habíamos necesitado ambos desde hace semanas y que ni Voldemort ni nadie podría separar nunca
-Solo necesitabas a alguien que te quisiera- digo al separarnos de ese beso, aún con los ojos cerrados y mis manos en sus mejillas, las suyas en mi cintura.
