Bell Bathory, Pecados de Sangre

Capítulo 1

Los suaves movimientos de una mano moviéndose, el cepillo pasaba con cuidado por su dudoso cabello.

Los ojos verdes de Elizabeth miraban el espejo delante de ella, mientras su criada seguía cepillado su pelo.

Debería sentirse agradecida.

Su belleza era inigualable, aun con su edad, poseía una belleza celestial. Ni siquiera los dioses la podian igualar.

La belleza lo era todo. Eso era lo que su madre le había dicho. Su belleza le permitió conseguir un esposo tan exitoso. Puede que haya muerte, pero murió con honor y con dinero. Trayendo gloria al nombre Bathory.

Elizabeth miró sus manos, perfectas. Suaves y delicadas como corresponde de una dama de su altura.

Aún así ya no había otro Bathory, sus hijos se habían ido. Todos ellos se casaron con personas importantes. Y todos ellos dejaron el nombre Bathory.

Y ahora ella, aquí la ultima Bathory.

Esperando su muerte. Una premonición.

Y por un momento la mano de Elizabeth envejecio, sus delicadas y perfectas manos se llenaron de arrugas y sequedad.

No

No

No

Yo no soy así... Yo soy hermosa.... La mas hermosa...

Porque

Porque

Porque tenia que envejecer.

Sus manos empezaron a temblar. Tenia miedo. Ella iba a morir, ¿Cuándo? ¿Porque? ¿Donde?

Su cuerpo empezó a temblar.

Ella moriría igual que Metería, igual que Alfia, ella no se salvaría. Su belleza se iría lo mas importante que ella tenia, aquello que la definia.

Ella era mortal. Igual que Bell.

Lo había visto con sus propios ojos, esa enfermedad, también lo poseia ella. Todas sus hermanas lo habían poseído ahora su hijo. Y después seguiría ella.

Elizabeth no pudo evitar reirse a pesar de todo su poder, dinero y belleza, ella no podria huir de la enfermedad, ni de la vejez, ni de la muerte.

Ella debia conseguir vivir más debía mantener su belleza. Ella debia.

Ya sé.

Helena ella debia tener una manera. Debia tener un hechizo, una pócima, algo que la mantuviera viva. Viva y joven.

Ella... Ella

Un recuerdo volvió a ella.

"La juventud es algo pasajero, imposible de evadir el paso del tiempo." Así ella mismo lo había dicho, era imposible.

Ella

*Tirón*

Elizabeth pudo sentir un pequeño tirón en su cabello, la criada había cepillado con demasiada fuerza, Elizabeth sintió como una pequeña parte de su cabello se desprendió de su hermosa cabellera.

Y la ira de inundó. Su rabia, miedo y frustraciones fueron liberadas en un sólo segundo.

Sus uñas perfectamente cuidadas sirvieron como garras mientras se paraba y le daba una cachetada a la empleada. La sangre producto de sus uñas salpicaron por su mano.

Elizabeth estaba enojada, no sólo habían dañado su hermoso cabello, sino tambien la habían ensuciado con asquerosa sangre.

Sangre