Sonó mi despertador, y al contario de cada mañana, me levanté al instante. Había dejado la maleta preparada el día anterior, había corroborado el piso alquilado, y revisado que la hora del vuelo estaba bien, comprobé que todo estaba en orden.
Me levanté, me recogí el pelo y me introducí en la ducha, abrí el agua caliente y me enjaboné el cuerpo pero cada parte que tocaba recordaba como lo hacía ella. Mi cuerpo la echaba de menos y yo también. Salí de la ducha con las lágrimas al borde de los ojos.
《Tengo que huír de aqui》me recordé《venga ya te vas a ir...》me animé.
Era otoño, por lo tanto me puse una camiseta a rayas negra y blanca, unos vaqueros negros pitillos y cogí el abrigo y bajé a la parte de abajo y me encontré con mi madre llorando, otra vez.
- Mamá, no llores, ya te he dicho que no es culpa tuya. Solo quiero recorrer mundo - sonreí.
- Pero, ¿estás segura?
- Sí, mamá.
- ¿Me prometes que si te arrepientes volverás?
- Sí, mamá. Lo prometo. - realmente creo que he mentido.
Fui a la cocina y me hice un té y me comí unos huevos con bacon que había hecho mi madre, eso lo voy a echar mucho en falta. La comida de mi madre. Llegué al baño y me cepillé los dientes. Cogí mi abrigo y me lo puse. Me cepillé el pelo y miré el reloj.
《Voy bien》
Cuando salí mi madre ya se había vestido. Se había ofrecido a llevarme al aeropuerto. Llegamos al aeropuerto de Londres, es ahi donde vivo y despedí a mi madre. Mi madre se fue entre llantos y yo me senté a esperar.
En la sala de espera había distintos tipos de personas, había empresarios, chicos de mi edad, parejas, e incluso ancianos y niños.
Sentí que alguien se sentaba a mi lado. Un chico alto, rubio con ojos azules. Tenia pinta de surfero pero estando en el sitio que estamos no lo creo. Me miró y me sonrió. Yo me sonrojé.
- Hola - sonrió de nuevo
- Hola - no sabía que decir. No se que decir en ese tipo de situaciones.
- Me gusta tu pelo - me miré y recordé que hace poco decidí ponerme las puntas azules, realmente me las puse porque el azul es su color favorito.
- Gracias - conseguí decir
Poco después me adentré en el avión y descubrí que este chico era mi compañero de asiento.
Estuve todo el camino hablando con él, e incluso me dormí en su hombro. Me contó que es de Sidney y que surfea, mala deducción. Que va a New York para pasar una temporada. Es muy simpático. He pensado menos en ella, gracias él.
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Emily
RomanceAlejarse de su ciudad no le hará alejarse de su pasado, porque la persona de la que ha estado huyendo aparecerá por casualidad por su camino de nuevo.