Un amor repentino

CAPITULO VIII

Lo único que logré decir antes de dormirme fue. 
Lucía: Joa, esto es una locura. Obvio la locura más linda de mi vida. - levanto mi cabeza y lo quedo mirando, para decirle- Te amo mucho.
Joaquín: Yo también te amo mi bella.
Nos dimos un beso largo y muy romántico. Hasta que nos dormimos.
Al día siguiente, me levanto con una sorpresa Joaquín se había ido.

Capitulo VIII

Entonces decidí levantarme a darme una ducha. Luego de unos 20 minutos salí, me puse un vestidito de ceda y baje a preparame un café.
Cuando llegó a la cocina me encuentro con un carta de Joaquín.

Carta.
Buen día mi amor.
Espero que hayas amanecido muy bien. Te escribo porque no quería despertarte te veías tan linda.
Bueno amor, salí para terminar unos papeles en la empresa. Supongo que vuelvo al mediodía.

Te amo.
Joa.

Fin de la carta.

Lucía.
Es tan lindo y tan tierno, me tiene completamente enamorada.
Me senté en el balcón, desayuné y cuando me di cuenta ya eran las 11:30 de la mañana.
Según lo que dijo Joa, llega al mediodía.
Me dispuse a cocinar, para esperarlo con la comida lista.

Joaquín.
Salí eso de las 8;30 de la mañana, Lucía se veía tan pero tan  linda durmiendo. Que me daba mucha lástima levantarla. Le di un beso en la frente y salí para la empresa.
Desayuné, firme papeles. Organicé todo ya que nos íbamos por mucho tiempo.
Ya eran cerca de las 12.
Me dispuse a despedirme de mis empleados, ya no volvía a la empresa.

Salí de ahí y me dirigí al departamento de Lucía.
Al llegar no hice ruido, y entre directamente a donde estaba ella. Fui directo a la cocina, el olor la delataba.

Al entrar la abracé por la espalda y la gire hacia a mí.

Joa: Hola mi amor.
Lucía: Ayyyyyy- salto del susto- no te escuché entra. Hola.
Joa: Que tal tu día?- antes de que me contesté decidí darle un beso. El cual iba tornándose con otras intenciones.
Y Lucía lo freno.
Lucía- No Joa, puede entrar Rocío, dijo que hoy volvía. Además tenemos que comer y hacer las valijas.
Joaquín: tenés razón, pero me moría de ganas.
Lucía: Además nosotros ayer hicimos algo que no se debía.
Joa: que cosa Lucía? Te dije te amaba, como hermana y como mujer.
Lucía: yo también te amo como hermano y como hombre. Pero vos seguís casado. - separándolo y volviéndo a ver la comida-.
Joaquín: a lo que te referís es a Viviana.