⇴01

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Espera

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Jeon mentiría si dijera que dejó de pensar en Jimin.

Aunque en realidad lo hizo, estuvo ocupado con trabajo en algunos momentos, pero a penas su mente empezaba a vagar todo en su cabeza le recordaba al bello rubio que había conocido hacia una semana.

¿Amor a primera vista? No, Jungkook estaba totalmente decidido a que eso no existe, puede ser atracción... pero el amor o cariño hacia una persona es algo que se va formando a medida que la vas conociendo, exceptuando a algunos padres cuando ven a sus hijos por primera vez.

Lamentablemente la cabeza de Jeon estaba totalmente perdida y algo le advertía muchas cosas de Jimin, y si en realidad es de mal carácter? O aburrido? O peor... un millonario caprichoso.

Sin más decidió adentrarse al parque, buscando disimuladamente al rubio que había estado merodeando por su cabeza.

Jungkook no era una persona sedentaria, amaba viajar, vivir la vida al máximo sin la necesidad de mantenerse quieto, y por eso amaba su trabajo... la fotografía de exteriores le daba la posibilidad de poder movilizarse por el mundo, conociendo nuevas costumbres, personas y paisajes que te inspiraban a forografiarlos hasta el cansancio.

Hoy era un día frío, y por eso algo se removió en su interior cuando vió a Jimin sentado en una banca frotando sus manos y con la vista nuevamente perdida en los enormes árboles que rodeaban el parque y en las familias que parecían estar sumergidos en su burbuja de diversión.

Sin pensarlo comenzó a caminar hasta el rubio, sentándose a su lado y sobresaltando a éste quien no dudó en sonreírle tiernamente.

- Oh... Jungkook! Que lindo verte hoy.

- Digo lo mismo y...

Hizo una breve pausa aprovechando que el más bajo desvió su vista y lo examinó de pies a cabeza, notando que llevaba unos lindos jeans celestes, con una camisa blanca, botas negras y un abrigo negro que tapaba sus manitos.

- Y... - alargó Jimin sonriéndole.

- Oh lo siento, y hoy estás hermoso.

Las mejillas de Park parecían luces de navidad ante tal cumplido, sonaría raro si se lo dijera a Jungkook... pero hacía muchos años no recibía un halago de alguien lo haya visto más de una vez.

- Tus encantos son desprevenidos.

- Si... - rió un poco nervioso - Lo siento, salen de mi boca sin que pueda detenerlo.

Ambos rieron un poco y siguieron apreciando el bello paisaje.

Jimin en su cabeza y a regañadientes se dió la libertad de mirar un poco a Jungkook, se veía muy jóven y todo un rebelde con ese gran abrigo negro y un gorro del mismo color, que no dejaba ver esos cabellos revoltosos que tenía.

El pelinegro ni siquiera sacó la cámara de su mochila ese día, puesto que aunque lo negara solo había ido por Jimin, ya que era un parque hermoso... pero no uno en el que gastaría dinero todos los viernes y se tomaría un tren con treinta minutos de demora.

- Jimin.

Lo llamó notando que éste tenía su nariz y labios rojos debido al frío, pero el más bajo solo lo miró esperando a que hablara.

- Quieres ir a ese café?.

Señaló un pequeño local que estaba cruzando el sendero lleno de hojas, Jimin alzó una ceja confundido y al ver el local, su expresión se relajó. Jeon quiso reir ante lo expresivo que era el chico.

- Claro, me estoy congelando.

Jungkook sonrió disimuladamente y entraron al lugar que los abrazó en calor y olor a café totalmente delicioso.

Ambos chicos pidieron un café mediano y conversaron acerca del clima, de lo lindo que era el parque el otoño, señalaban familias que se veían a la distancia y Jimin propuso que trataran de adivinar la vida que cada una de éstas llevaba.

- Ves esa de allá? - Park señaló a una familia formada por cuatro integrantes, dos niños y dos padres, sentados en medio del parque.

- Los veo.

- Creo que son de clase media, los niños juegan sin celulares y sus padres charlan mientras comen galletas, parecen humildes - alzó los hombros sonriendo un poco.

- Hum... no lo creo - intervino el pelinegro mientras bajaba su café - Los niños juegan, pero ves el bolso de esa mujer?.

- Oh por dios... un Channel.

- Exacto, un bolso muy caro, la galletas que comen son doble glaseadas y son horribles, pero caras, parecen hablar pero observa la cara de ese hombre... está siendo regañado!.

Y aunque Jimin observaba atentamente a la familia y reía ante lo que decía el pelinegro, Jungkook solo sostenía su mejilla contra su palma mirando atentamente las expresiones del rubio, cada vez más embobado ante la belleza de éste.

- Vaya... Que buen ojo tienes - rió un poco mientras sacaba su abrigo.

- Ojo de fotógrafo - sonrió socarrón haciendo reir a Jimin.

Pero los ojos de Jeon se desviaron a las manos pequeñas del contrario mientras sostenía la taza caliente entre sus manos.

Maldiciendo ante lo hermoso que era Jimin, maldiciendo la hermosa risa y sonrisa que tenía, maldiciendo lo gracioso e imaginativo que era, lo tierno y encantador... mandó todo al infierno abandonando lentamente ĺa taza en su lugar.

¿Eso es un jodido anillo?.

- Jimin - Lo llamó y éste lo miró - Ese es un anillo... de...

- Casamiento? - sonrió mostrándole la fina joya que envolvía su dedo anular - Así es.

Carajo.

- Oh... ya veo, y hum... que edad tienes? Sé que eso no se pregunta pero pareces muy jóven - habló Jeon entre risas nerviosas esperando que el rubio le dijera que era un chiste.

- Tengo veintiséis años - dió una media sonrisa - Estoy casado hace siete años y bueno... eso - rió un poco - Tú que edad tienes?.

No le mientas, no tienes oportunidad, perdedor.

- Tengo veinte - murmuró todavía asimilando lo jóven que se veía el rubio.

- Oh! Pero si eres un niño... - rió enternecido mientras sus ojos se convertían en líneas.

Niño?.

Niño?!?.

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W3nas.

Pequeñisima aclaración: ésto es un MINI fic, o sea que los capítulos no son muy largos, el tiempo pasa rápido y no habrá tantos capítulos.

Quise hacerlo así porque a penas estoy empezando con ésto de las novelas kookmin y bueno ^^ eso.

Gracias por leer <3

SAVE ME ~ KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora