SAVE ME ~ KookMin

⇴04

La primera pesadilla de Park.
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Jimin reía con el teléfono pegado a su oreja mientras hablaba con Jungkook.

No estaba siendo consciente de la hora, solo podía reir y sacar temas al azar para hablar con el pelinegro, nunca se imaginó que éste lo llamaría con la tonta excusa de que debían agendar sus números y terminaron hablando por casi tres horas.

Después de una larga despedida, notó que ya eran las dos de la madrugada y Minkyu no llegaba, suspiró dirigiéndose al baño para darse una larga ducha.

Su mente por un momento empezó a volar, y para su mala suerte Jungkook nuevamente era el protagonista en su cabeza. Le caía muy bien el pelinegro y no podía evitar pensar que era innegablemente guapo, pero por alguna razón lo ocultaba de todos, no le había contado ni a su mejor amigo Jin los breves encuentros que tenía con el menor.

Bufó un poco al sentirse como un adolescente por un momento, el ya era un adulto... uno casado, con un trabajo en diseño de exteriores y unos padres que amaban a su prometido, por qué su cabeza estaba en un lío constante?.

Tratando de mantener sus pensamientos tranquilos, tapó su cuerpo desnudo con una bata y salió del baño secando su cabello con una pequeña toalla.

Pero grande fué su sorpresa cuando una mano se interpuso en su camino, aprisionando su cuello de manera violenta, dejándolo perplejo y sin aire.

— Min... Minkyu, que haces? — preguntó en un tono tembloroso ante la mirada llena de rabia que le daba su esposo.

Minkyu podía ser frío, mandón, y muy probablemente no amarlo como lo hacía años antes... pero nunca se había portado posesivo ni violento con Jimin, lo máximo que éste recibía eran gritos que lo dejaban temblando un buen tiempo.

— Quién es Jungkook? — Preguntó sin soltar el cuello de Jimin, el muy idiota apestaba a alcohol.

— Sueltame... basta Minkyu — habló con la voz temblorosa, sosteniendo la mano de su esposo para que no siguiera ejerciendo fuerza contra el.

— ¿¡Quién miérda es Jungkook, Jimin!? Joder te dejo solo un día y ya me engañas?.

Pero al momento en que el rubio iba a responder, su vista se fijó en un sin fin de chupones que decoraban el cuello de su esposo.

Y no solo eso, su fina camisa de algodón tenía marcas de labial por todos lados y le faltaban unos cuántos botones.

— Estuviste tres horas hablando con el por teléfono, eres un... quién es ese? — su esposo ni siquiera podía formular dos palabras de la borrachera que llevaba.

Pero Jimin no estaba de ánimos para ponerse a pelear con el, sus ojos parecía cristalizarse cada vez más ante la imágen de su esposo recién salido de una candente noche de sexo... sexo que claramente no tuvo con el.

Minkyu se dió media vuelta tirando unos cuantos perfumes de Jimin, provocando que del estruendo una de las empleadas empezara a preguntar desde atrás de la puerta si todo estaba bien.

Quiso aclarar su voz para decir que todo estaba bien... realmente quiso fingir que todo estaba bien... pero todo se puso peor, finalmente Minkyu se giró hacia Jimin estrellando su puño contra el rostro de su esposo, el cual solo pudo gemir del dolor al sentir un segundo puñetazo que lo devolvió a la realidad.

— Señor Park! Abra la puerta, Minho! Alguien venga!.

Los gritos de la empleada solo taparon los sollozos de Jimin que recibió unas cuantas patadas en sus blancas piernas, hasta que el conductor Minho saltó sobre Minkyu, inmovilizandolo.

— Suéltenme! Eres un jodido infiel! Te mataré Park Jimin.

La sirvienta, Joy, corrió hacia Jimin quien lloraba tapando su rostro y lo abrazó mientras los demás empleados se ponían frente al rubio para evitar otro desastre.

Todos allí querían demasiado a Park como para dejar que su esposo lo matara a golpes.

— Tranquilo señor... buscaremos algo con que curarle — habló nuevamente Joy acariciando las manos temblorosas de Jimin, quien no podía articular ni una palabra.

— N-no... no quiero nada — habló con dificultad girando su rostro para que nadie lo viese — Por favor retirense de mi habitación.

— Pero señor...

— Mañana iré yo mismo por cremas, solo saca a todos de aquí Joy — habló entre sollozos.

Después de unos segundos escuchó la puerta cerrarse detrás suyo y rápidamente trató de levantarse para dirigirse al baño totalmente encorvado.

Cayó de rodillas frente al espejo de cuerpo completo y destapó su rostro soltando finalmente todos los sollozos que quisiera. Miró su labio sangrar, al igual que su nariz y su pómulo mañana tendría una intapable marca.

A pesar del dolor físico y su imparable llanto, lo que más le dolía era su alma..
Su corazón parecía estar a punto de frenarse ante tantas cosas feas en solo cuestión de minutos, a pesar de no amarse eternamente con Minkyu, éste le había prometido protección a cambio de todo lo que el recibía... y ahora? Su máxima protección lo había golpeado y posiblemente matado si no fuera por sus empleados.

Miró el celular tirado en su habitación a través del espejo y unas inmensas ganas de llamar a Jungkook lo envolvieron, y nuevamente... sollozos de tristeza salieron de sus labios al darse cuenta que el no podía hacer eso.

No quería, ni se juntaría con Jungkook al otro día con su rostro lastimado.

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*c va corriendo*

Pd: hagan Stream a BE.