— ¿Príncipe Jimin? — Jimin tembló, parando en seco, mientras sus ojos se cerraban bruscamente; lo habían atrapado. Giró lentamente sobre sus talones, dando media vuelta, suspiró lleno de alivio al ver al guardia que había pronunciado su nombre, camino, con sigilo, hacia él — ¿Qué hace fuera?.
Jimin giró los ojos al escuchar la formalidad en las palabras del beta frente a sus ojos.
— Lo siento, eres el príncipe, debo tratarte con respeto — El beta de ojos avellana hizo un puchero.
— Ya te lo he dicho, Hoseok, no me hables así, soy menor que tu y soy tu amigo, no hay necesidad de tratarme como si tuviese 40 años — Jimin se cruzó de brazos y sonrió al ver como Hoseok asentía con una sonrisa, en forma de corazón, plasmada en el rostro.
— Está bien — Miró a Jimin con cariño, era un niño tan alegre y extrovertido, realmente lo apreciaba mucho. La sonrisa de Hoseok se desvaneció y recordó que eran alrededor de las 2 de la mañana, ¿qué se suponía que hacía Jimin fuera del castillo a esa hora? — No respondiste a mi pregunta, ¿qué haces fuera?.
Jimin sonrió nervioso, mientras se balanceaba sobre sus pies, de los talones a las puntas, mientras ponía sus manos en su espalda.
Hoseok comprendió muy bien aquello.— ¿En serio, Jimin? Es peligroso que salgas a esta hora, y a no se dónde, con ese tipo. — Hoseok puso el lazo de su arco al rededor de su pecho, para poder cruzar ambos brazos.
— Oh, vamos hyung, es mi novio, ya he salido con él un año. — Jimin sonrió orgulloso, representando su año de relación con el dedo índice de su mano derecha. — Y no me ha pasado nada malo, él es un buen chico, es muy lindo y tierno conmigo, no te preocupes, estaré bien, ¿Okey?.
Hoseok meditó las palabras de Jimin, es cierto que aquel chico era todo un sueño para Jimin, pero era eso mismo lo que le preocupaba, que todo aquello fuese un sueño, una ilusión, y que después dejara salir a la luz un lado que no fuese del gusto de su pequeño amigo; algo en el le parecía inquietante, y no de una muy buena manera.
— Esta bien, esta bien. — Suspiró, desaziendo la posición en la que se encontraban sus brazos; seguidamente sintió como los brazos de Jimin rodeaban su cuello, Hoseok correspondió el abrazo, acariciando delicadamente la espalda de Jimin, se separaron después de unos segundos.
— Entonces, ¿me cubrirás?. — Jimin lo vio con un brillo en sus ojos, Hoseok rodó los ojos, pero asintió aún así.
— Sólo, por favor, se cuidadoso, que nadie te vea, puedo meterme en problemas por dejarte salir a esta hora. — Hoseok hablo con seriedad, mientras Jimin asentía con rapidez — Y, aparte, no quiero que te pase nada malo, Minnie.
— Estaré bien, hyung, puedes quedarte tranquilo, Woo me cuidará. — Hoseok asintió, no estaba convencido, pero no quería amargar la noche de su pequeño niño de mejillas rosas.
Jimin y Hoseok se despidieron, no antes de entrelazar sus meñique - a petición del pequeño omega -, prometiendo que tendrían más contacto, pues habían dejado de hablar por un tiempo, debido al trabajo de Hoseok y a la vida de Jimin.
Woo observaba como Jimin se cubría y caminaba con tranquilidad hacia él. Algo andaba mal, aunque su lobo no pudiese sentirlo, él lo observaba, pues su novio parecía cabizbajo, aquella chispa se veía un poco debilitada.
— Hola, Woonnie — Jimin abrazó a su novio, refugiándose en su pecho mientras abrazaba la cintura del más alto.
— Hola, Minnie — Woobin suspiró el aroma del cabello de su querido novio, su aroma era tan dulce y hermoso, la combinación de frambuesas y chocolate eran simplemente algo que describía a Jimin a la perfección.
Jimin inhalo profundamente, sintiendo como el aroma a vino tinto se colaba por sus fosas nasales, el olor de su alfa era totalmente embriagante, casi literalmente.
— ¿Quieres caminar? —. El alfa tomó el mentón del príncipe de cabellos brillantes, quien se perdió en aquella sonrisa, pero no de la misma manera en que lo hacía siempre.
Jimin, al observar los ojos negros de Woobin, sintió un puñetazo en el estómago, tenía que contarle lo que había ocurrido, tenía que decírselo, pero no podía, no quería hacerlo, no quería dejar aquello que tanto trabajo les costó construir, no quería dejar todos aquellos momentos en el pasado, quería seguir viviendolos, pues no sabría que hacer sin ellos, sin esas caminatas a la luz de la luna, mientras se toman de las manos y exploran el territorio de su reino, sintiéndose seguro al tener a su querido alfa con olor a vino tinto a su lado. Vio cómo la sonrisa de su alfa decayó, sintió una pequeña lagrima recorrer su mejilla izquierda, no se había dado cuenta de en qué momento comenzaron a aglomerarse aquellas gotas en sus ojos miel; bajo la mirada, y, rápidamente, limpio las lágrimas, sonriendo nuevamente.
— ¿Estás bien? — Woobin hizo un puchero al ver a Jimin asentír con delicadeza, mientras sonreía.
— No te preocupes, es solo que... — Jimin acarició la mejilla de su novio, sintiendo el sentimiento llenar su garganta nuevamente, se mordió el labio tratando de esconder sus sollozos. — Te amo, Woobin, te amo mucho, con toda mi alma.
Woobin se derritió ante la ternura de Jimin, tomó ambas mejillas del más pequeño, lentamente, junto sus labios, y cerró sus ojos, sintiendo como los labios de Jimin eran totalmente suaves y deseables.
El calor subió a las mejillas de Jimin, mientras persivia el intenso aroma de Woobin combinarse con el suyo. Sus lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas, sintiendo una presión en su pecho.
Woobin terminó el beso, mientras sonreía, aún con los ojos cerrados y junto su frente con la de Jimin.— Yo también te amo, Jimin. — Ambos sonrieron, se tomaron de las manos y caminaron sin un rumbo fijo, hablando de un tema, aunque no lo terminaban cuando ya empezaban con algún otro.
[°°°]
— ¿Porqué será así? —.
— ¿Quién, Joonnie? — La reina observó rápidamente a su hijo para, después, volver a fijar su vista en la comida que estaba en el fuego, a pesar de ser la reina, aquella mujer amaba cocinar, así que siempre trataba de ayudar a quienes se encargaban de hacer aquellas tareas.
— El príncipe Park — Namjoon seguía pensando en aquel chico, ¿porqué no se preocupaba por su pueblo tanto como él por el suyo? — ¿Porqué pone de lado las cosas que deberían ser su propiedad? Es muy egoísta — Nam miro a la nada con el ceño fruncido, realmente no lo entendía.
— Es diferente — Dijo su madre, sentándose en una de las sillas que estaban frente a la mesa de la cocina — Quizá creció de manera diferente, no todos reaccionamos de la misma manera ante una situación; y eso no quiere decir que estamos equivocados, o del todo mal, nuestro entorno es un gran punto para nuestra forma de pensar, pudo haber vivido cosas diferentes.
Namjoon repasó las palabras de su madre en su cabeza, ella tenía razón, quizá ese omega de cabellos rubios fue educado de diferente manera. Se negó totalmente al trato que habían planteado sus padres, pero aún así los reyes Park aceptaron.
— Si, quizá sea como dices, madre. — Su madre le sonrió, Namjoon era un chico con pensamientos claros, pero comprensivo con los demás, era un gran líder y una persona dispuesta a ayudar a los demás, aún por encima de él mismo, aunque aquello último le preocupaba, realmente creía que se convertiría en una buena persona, pues ya lo era y confiaba en que así seguiría.
— Ayudame a llevarle estos pastelillos a tu padre, esta en la habitación del fondo, seguro los necesita — Namjoon asintió rápidamente y tomó el plato blanco que su madre le ofrecía.
[°°°]
— Me hacía falta un poco de azúcar — El padre del chico de piel canela habló al ver entrar a su hijo, sonrió al ver los pastelillos en el plato de cerámica blanca con adornos florales a base de pintura hechos a mano.
Namjoon avanzó hasta el escritorio de su padre, dejando el plato en este, sonrió al ver a su padre comer uno de ellos.
— Mamá huele a lo mismo que los pastelillos que prepara — Dijo cuando su padre le observó y después observó el plato, invitándole a comer uno.
— Por eso me enamoré de ella — Namjoon soltó una risa auténtica, enternecido por lo cursi que llegaba a ser su padre cuando hablaba de su madre.
ESTÁS LEYENDO
𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐨𝐨𝐧'𝐬 𝐌𝐚𝐫𝐤彡⌇ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ.⃗.ⁿᵃᵐᵐⁱⁿ
Fanfiction⌦ Namjoon, un alfa, príncipe del Reino del otoño y Jimin, un omega, príncipe del Reino del invierno; ambos deberán cumplir su deber como próximos líderes de sus pueblos, poner fin a las guerras y exparsir la paz por sus tierras. - Yo no te amo, ni t...