NEVER SAY GOODBYE (Terminado)

Capitulo 1: Sangre, Amor y Ternura

Era un enorme caserón a las afueras de Seúl, pero solo en una habitación había movimiento. Un hombre de unos 45 años se levantaba de la cama mientras se ponía su ropa interior y muy molesto le dijo

-Vamos niña, no eres la primera ni la ultima en esta situación -le dijo a una jovencita de unos 20 años quien sollozaba envuelta en las sabanas blancas- Pague bien por ti, de eso recibirás una buena cantidad, además no fue tan desagradable para ti ¿no?- ella no contesto- Fui amable contigo, así que deja de llorar y vístete- ella no se movió y seguía llorando- ¡No me oíste, que te vistas ya y te vayas!- alzo la voz el hombre.

 Ella se asustó, de pronto sonó el teléfono y el sujeto contesto la llamada

 - ¿Cómo? ¿Estás seguro? -su voz valentona se torno temerosa-. Si eso es así debo permanecer aquí escondido, nadie relacionara este lugar conmigo. Estaré seguro aquí, encuéntrale y mátalo antes que me encuentre ¡Entendido!- colgó después de decir esto- Pensándolo bien te quedaras -le dijo a la jovencita que se había puesto en pie con algo de cansancio- Si voy a estar aquí necesitare compañía femenina- dijo acariciando la mejilla de la muchacha provocándole a ella asco-. Pero vete a otro cuarto si necesito de ti, iré en la noche -dijo y prácticamente la saco de la recamara.

Cha Min Yoo era un comerciante del bajo mundo, quien tenía la costumbre de comprar para su satisfacción personal jovencitas de provincias, de preferencia vírgenes. Y una vez más una pobre inocente había caído en sus garras. La joven mujer se ducho intentando limpiar de su piel el asco que sentía, pero fue imposible.

Lloraba y en sus nublosos ojos creyó ver la figura de un hombre joven a través de la ventana del baño, pero cuando vio de nuevo no estaba. Se asustó y salió de inmediato del baño, se envolvió en la toalla y en una esquina de la cama se acurrucó, tenía miedo. Pero más de que ese hombre desagradable la tocara de nuevo que de la figura que no estaba segura de haber visto.

Intentó permanecer despierta lo más posible, quería defenderse por si él entraba a mitad de la noche, estaría dispuesta a todo con tal de no sentir esas asquerosas manos de nuevo en su cuerpo. Si había accedido a ir ahí solo había sido por necesidad pero estaba arrepentida. Creyó oír un ruido e imagino que ese hombre estaba rondando la habitación, comenzó a rezar. Mientras en la otra habitación Min Yoo también oyó un leve ruido y de inmediato supuso que era la chica.

-¡Estúpida! Le dije bien claro que se durmiera -dijo y se levantó dirigiéndose al armario del cual saco una correa larga- Ahora vera quien manda- dijo y cuando cerró la puerta del armario en el espejo de este vio una figura negra tras suyo, todo fue tan rápido y apenas si se pudo asustar, cuando sintió las cuerdas alrededor de su cuello, intento manotear, pero aquella sombra tenía una fuerza asombrosa, poco a poco su cuerpo fue cayendo al suelo de rodillas mientras la presión en su cuello era más fuerte y poco a poco su rostro se iba poniendo morado a causa de falta de aire.

Aquel intruso prensaba con fuerza las cuerdas alrededor del cuello de Min Yoo, la escasa luz no permitía ver su rostro con claridad y la ropa negra que traía bien lo hacía parecer una sombra. Finalmente un último apretón y el cuerpo inerte de Min Yoo no respiró más.

A pesar de lo pesado que podía ser su cuerpo el intruso lo dejó colgado de la soga en el barandal de la puerta, luego sacó de su chaqueta una especie de trébol de cuatro hojas de plata, la prendió en la ropa del muerto y salió de ahí como si nada. No había luz en el pasillo pero se detuvo en seco de pronto y sin mover la cabeza movió los ojos de un lado al otro, sentía que alguien lo observaba, llevó su mano a su cintura de donde extrajo un pequeño cuchillo de caza y reanudó los pasos, se oyó un jarrón caerse y hacerse mil añicos la joven mujer cayó al piso y antes de poder levantarse la figura de aquel hombre estaba sobre ella, sintió el filo del cuchillo en su garganta.