NEVER SAY GOODBYE (Terminado)

Capítulo 10: Justicia o venganza, el camino es igual de oscuro

En el cielo no había estrellas esa noche, y eso la volvía particularmente oscura, mucho más de lo normal. De una esquina de esa oscuridad, un joven vestido con una gabardina negra se asomo, contemplo el auto deportivo anaranjado de Jung Min con una mirada de infinito odio.

Dentro de  la pequeña casa. Hyun Joong entro a la habitación Eun Hye dormía aun, sigilosamente se acerco a ella y a su lado sobre la sábana blanca, dejo una cadena. Luego tomo una manta y la arropo y en igual silencio salió de ahí. Cuando cerró la puerta ella abrió los ojos y de apoco se levanto, miró por donde él había salido y luego tomo la cadena que le había dejado sobre la cama.

El dije era un anillo de oro sin adorno alguno, como si fuera uno de matrimonio, Eun Hye lo contemplo un segundo antes de ponérselo alrededor del cuello.

-¿Por qué me siento así? –se  pregunto

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Afuera Jung Min no hacía más que mirar la hora ya sea en su reloj de mano o en su celular, los minutos se le hacían eternos y parecía que llevara horas esperando

-La espera me está matando –se dijo reclinando la cabeza en su asiento- Eun Hye, espera un poco mas mi amor, te sacare de aquí cueste lo que cueste –Volvió a fijar su mirada en la entrada principal de la casa.

Hyun Joong entro en silencio nuevamente a la  pequeña habitación después de media hora, llevaba consigo una charola de comida, Eun Hye dormía así que dejo lo que llevaba sobre el velador. Pero de pronto y antes de que se marchara una mano sujeto la suya que estaba herida y en la que se había puesto un vendaje.

-¿Estas herido? –oyó la voz de la joven, Hyun Joong aunque no  hubiera querido sintió un ligero escalofrió en su interior, quiso soltarse pero ella no lo dejo- Déjame ver, recuerda que estudio medicina –dijo. Le quito el vendaje mas él seguía dándole la espalda- ¡Omo! El corte es profundo, déjame curarte –le pidió. Pero antes de que él diga algo ella se quito la venda del brazo donde la bala la había rozado- ¿Dónde tienes alcohol? –le pregunto- Debemos desinfectarla primero

-Déjalo así- oyó la voz de él- Ya lo hice –hablaba de la herida

-Al menos déjame ponerte una venda más limpia –le dijo y le puso la misma que ella cargaba, ya que recientemente se había curado la herida de su brazo. Sostuvo la mano de Hyun entre las suyas y con cuidado le vendo la herida. Él aguardo de pie en completo silencio, cuando finalmente termino siguió sujetando la mano de su captor unos segundos más de lo permitido.

No se habían tocado desde que durmieran juntos y por la cabeza de ambos pasada ese fugaz momento. Fueron solo unos segundos pero pareció toda una vida

-Siempre he sido un monstro, un ser lleno de oscuridad. Y he aprendido a vivir en ella, pero ahora lo malo de mi lado oscuro, es que se aclara más de la cuenta cuando te ve Eun Hye

-Hyun Joong… -no sabía que mas decirle, estaba confundida y llena de temores. Él soltó su mano y salió de la habitación, se reclino sobre la puerta y respiro hondo hasta recuperar su frialdad. Su lapto lanzo un sonido que le indicaba que tenía un nuevo mensaje. Se sentó en el mueble y abrió el mensaje. Era muy explicito

“Termina el trabajo. Hospital Principal de Seúl habitación 501, cuidados intensivos”

Ese mensaje resulto demasiado extraño para él, no entendió al principio pero todo quedo claro cuando abrió la foto adjunta al mensaje, la foto era de Jung Min conectado a una maquina de respiración artificial.

Hyun Joong se llevo una mano a la barbilla y sus ojos se volvieron rojos de maldad, apretó los puños de la rabia, su disparo no lo había matado y eso que había apuntado al corazón como siempre lo hacía. Cerro la lapto y tomo su arma con silenciador. Se había puesto una gabardina café y alrededor del cuello una bufanda de tonos grises y blanco.