⚜️✨IЮK✨⚜️

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Iюk: 4
Se lee como: Iok.

🏰🔥⚔️❤️

Cuando era una pequeñita Love, soñaba como cualquier niña con vivir en un castillo de princesas, ya saben, no usual cuando eres una nena. En mis sueños yo era una princesa, de hecho, la más linda de todas, con vestidos esponjados de color morado con escarchas, por lo que básicamente brillaba, un perrito, un gatito gris que llamé Tom y un lindo ratón el cual nombré como Jerry, también un montón de guardias que usaban baldes de metal en la cabeza sustituyendo a los cascos, una vecina también igual a mi y un enorme Castillo rosado con banderitas en la punta de cada torre con mi rostro plasmado ahí.

Oh, tampoco olvidemos a mi nana, la cual siempre me traía comida cada vez que lo pedía.

Sin embargo, a medida que vamos creciendo, la inocencia se va perdiendo y esos sueños se van tornando más lejanos, hasta cuando  ya somos consientes de que son imposibles o estupidos.

Aunque puede que el sueño ya no sea el mismo y mis prioridades cambiaron por sueños más reales, la illusion siempre estuvo ahí.

Ahora bien, puede que tampoco sea el castillo que soñaba, ni que sea una princesa, pero... estaba frente a uno.

Estaba casi segura que tenia la boca abierta por la impresión.

Un enorme palacio de piedra roja me dio la bienvenida con muros que se levantaban frente a mi. Tenía cuatro torres que parecían llegar al cielo, las paredes imponentes me intimidaron de inmediato. En frente tenía una gran puerta, la que supuse que era la entrada a el.

Estaba tan maravillada con el lugar que tenia en frente, que por poco no noté donde y quienes habitaban en ese mundo.

Mi respiración se hizo pensada cuando observé a las criaturas que andaban de aquí para allá. Todas tenían orejas puntiagudas y otras ni siquiera las poseían, pero habian algunas con escamas otras con enormes dientes, otras con garras y colas y otras como kay y Aegan. Pero lo que más me cautiva, eran las que estaban en el aire. Tenían enormes alas de plumas blancas que se batían con cada movimiento, sobrevolando encima de nosotros.

Todo era tan brillante, tan lleno de vida.

Se respiraba paz.

Sentí un tirón dentro de mi, al cual le respondí con un bufido.

—Love— Llamó Kaythe sacándome de mis cavilaciones —Entremos, quiero presentarte.— Dijo con una linda sonrisa.

Cuando la detallé mejor, noté que sus rasgos ahora eran más filosos, sus orejas más delicadamente puntiagudas y sus ojos más brillantes, pero su andar.... ahora más fluido y cómodo, y lo cierto es que yo también me sentí diferente.

Noté que todo ahora es más brillante; los sonidos eran más claros y fuertes.

Cuando intenté dar un paso, juré que casi me caí. me sentía más... ligera. Caminamos hacia las enormes puertas de madera oscura, la cual estaban vigiladas por cuatro guardias cuyos rostros no eran visibles por lo cubiertos que están. La muchacha a mi lado ni siquiera los miró cuando estos ya estaban abriendo las puertas. Mis ojos aún no se acostumbraban aún a ver un Castillo y ahora estaba dentro de uno.

Solo diré una cosa que lo resumía todo: Enorme, vivo y acogedor.

Escuché los pasos de la pareja detrás mío cuando me detuve a detallar todo, me quedé sin aliento. A unos pasos había un gran salón donde seres mágicos caminaban de aquí para allá con objetos en manos, un candelabro que tenía flamas, es decir, se supone que debería tener velas, pero no...  «magia», enorme colgaba del techo, el cual noté que tenia brillos dorados. Miré hacia el frente y habian dos escaleras en forma de medio círculo y se unian cuando llegaban al piso superior. Miré a ambos lados y poseía tantos pasillos y puertas que no me sorprendería perderme. El piso era tan limpio que pude ver mi reflejo en el, tenia todo tipo de formas y era de color gris. Todo era tan tibio.

Heartless kingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora