CAPITULO 2: La llegada

119 9 3
                                    

Despues de encontrarme a David, el chico tan guapo del metro, me encontre a mi tia.

-Laura!!-Me llamo desde la otra punta del metro.

-Sandra!!-Fui corriendo y la abrace.

-Estas guapisima.

-No se si estare guapa... pero cansada si, mucho.- Nos reimos.

-Vamos al piso-. Me ayudo con mis cosas y nos fuimos.

Cuando llegamos deshice las maletas y comimos.

-Y que tal el tema de chicos?

-Siguen sin saber que existo, aunque...

-Que?

-No nada, una tonteria.

-Laura!!

-Hoye he conocido a un tal David en el AVE.-Le conte todo.

-Ojala os volvierais a ver...

-Que dices? Jamas se fijaria en mi...

-Ya ya... bueno me voy ha hecharme una siesta.-Me da un beso en la mejilla.-Si quieres vete a dar una vuelta por Madrid.

-Me perdere.

-Que dices?! Eres torpe pero no tanto.

Le tiro un cogin. Se rie. Me manda un beso.

Me puse a ver la tele, pero me aburria mucho. Asique decidi ir a dar una vuelta por Madrid, como me dijo mi tia, con la esperanza de perderme y no tener que vover jamas a Valencia.

Me encontre a aquel chico del AVE. Dios!! Que hace aqui?! Me puse nerviosa y me escondi en un portal.

-Hola de nuevo!!-Me dijo David asustandome.

-Ah!!!

-Te he asustado?

-Hombre, pues un poquito. Que haces tu aqui?

-Vivo aqui.

-En este portal?-señalando al portal.- Tenia que ser aqui.-Susurro enfadada.

-No, que vivo aqui en Madrid, aqui vive un amigo, vengo a por el. Pero si quieres te enseño donde vivo yo, que no me importa.- Se acercaba poco a poco a mi.

Yo lo aparte con una mano poco a poco. Notaba sus fuertes musculos. Me puse muy nerviosa. Lo tenia muy cerca.

-No gracias. Soy de Valencia y he venido a pasar unos dias aqui con mi tia. Quizas todo el verano, con suerte.

-Con suerte? Es por mi, verdad?-Se volvia a acercar.

Lo volvi a apartar con la mano.

-Pues no listo. Tu jamas lo entenderias.

-Eso ya lo veremos. Explicamelo.

-No venias a por tu amigo? Pues ala, llamalo.

Me iba a ir, pero me agarro otra vez. Me empujo contra su pecho. Estabamos frente con frente. Su brazo rodeaba mi cintura. Mis brazos nos separaban. Estaban rigidos. Poco a poco me fui relajando.

-Mi amigo puede esperar.-Susurro.

-Ya, pero yo no. Me tengo que ir.

Me solto. Se quedo decepcionado. Me fui. Entonces me llamo.

-Dame tu numero por lo menos!!

Lo apunte en un papel, se lo di y me fui.

DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora