En cuarentena por coronavirus [YUWIN]

Epílogo

Jueves, 6 de Agosto de 2020.

Eran las 7 de la tarde en Corea y estaba a punto de atardecer. Habían pasado muchos meses encerrados y, aunque se podía salir, ellos hacían su vida lo más dentro de casa posible.

Aquel día era diferente, habían decidido ir a dar un paseo por el campo. Iban siempre separados, con sus mascarillas y distanciándose de la gente, como el resto del mundo.

Habían preparado unas mochilas con la cena y habían caminado un rato por un sendero para poder ver el atardecer lejos de todo el mundo. El jueves era un buen día, casi no había gente que saliera.

Cuando llegaron a un sitio desde el que las vistas eran bonitas, dejaron sus mochilas y se sentaron en el suelo el uno al lado del otro. Como no había nadie en kilómetros, aprovecharon para quitarse las mascarillas y respirar un poco el aire del campo.

-¿Te gusta?

-Sí, me gusta mucho –respondió Winwin con alegría.

Había mejorado mucho el coreano, como no dejaban de hablar y estar juntos, no le quedó de otra que comunicarse en ese idioma.

Estaban mirando el paisaje en silencio cuando de pronto, el menor se dio cuenta de que el pelirrojo le estaba sacando fotos.

-¡Oye!

-¿Qué? Sales muy guapo.

-¡Yuta! –se quejó poniéndose las manos en la cámara algo tímido.

-Es la mejor hora, estás precioso.

Winwin se rio y alargó la mano para ir a quitarle el teléfono, pero no lo logró, aunque a cambio se ganó un inesperado beso.

-Yuta eres malo...

-No, no soy malo. ¿Nos hacemos una foto juntos?

-Vale.

Se hicieron más de una. Posaron de distintas formas aunque se morían de ganas por hacerse una foto en concreto. No lo hablaron, pero con la mirada se entendieron. Se acercaron a besarse mientras Yuta pulsaba el botón para hacer 400 fotos de su beso, de la sonrisa de después del beso y de la tierna mirada que se echaron después.

-Te quiero –susurró el pelirrojo bajando la cámara.

-¿Mm? Aigo... yo también te quiero –susurró Winwin sonriendo mientras miraba el suelo.

Se miraron de nuevo y Yuta se acercó a darle un beso en la mejilla.

-Winwin...

-Dime –dijo el rubio un tanto nervioso, el tono del mayor había sido un poco serio.

-Aunque sé que nuestra relación es muy bonita y que nos queremos mucho y nos damos besos y esas cosas...

-¿Mm? –Winwin empezó a preocuparse más de lo normal, estaba empezando a pensar cosas que no quería pensar.

-Quiero decir... eres mi amigo y... ¿Por qué pones esa cara? ¿Qué te pasa?

-¿Me vas a dejar? –preguntó el rubio asustado.

-¿Qué? No, cállate que me arruinas el momento.

-Ah.

Suspiró, aunque los nervios seguían atormentándole el estómago.

-Quiero decir que bueno, somos amigos, compañeros que se besan, que se quieren y que... yo quería decirte que yo siento más que eso. Me estoy enamorando de ti, mucho.

-Yuta... Me has asustado...

-Winwin... ¿Quieres dejar de ser mi amigo?

-¡No! Por qué iba a dejar de ser tu amigo.