Capítulo 8: El cambio

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Estaban los dos en el baño, era sábado y no tenían nada mejor que hacer que estar haciendo una locura. Los dos frente al espejo y un inseguro Winwin que, a pesar de confiar en el mayor, no sabía si aquello que estaba haciendo era la mejor decisión de su vida.

-Yuta...

-Winwin, tranquilo...

-Yuta, es la primera vez.

-Lo sé...

-¿Y tú?

-Yo no, lo he hecho más veces –dijo el mayor.

-No sé si a mis padres les gustará esto.

-Eres mayor, ellos te querrán así o de cualquier otra forma.

-¿Tus padres piensan así?

-Sí, aunque a mis padres les da igual lo que haga.

-Nunca hablé con ellos de esto –comentó el menor.

-¿Te importa mucho lo que opinen?

-Un poco.

-¿Quieres esperar?

-No, no... Vamos a hacerlo ya –dijo Winwin palmeándole la pierna varias veces para que no se echara atrás.

-¿Seguro?

-Sí, vamos a hacerlo, venga.

El menor dejó escapar un suspiro y se quitó la camiseta. Sabía que tenía que hacerlo así, entonces lo había asumido mentalmente.

-Wow... ¿Ya no te da vergüenza? –preguntó Yuta.

-No... Sí, sí me da... No mires.

-¿Por qué? Este chico –dijo el mayor dejando escapar una risita.

-¡Yah! Hyung, no te rías de mí.

-Está bien, está bien.

Y así fue. El primero en entrar a la ducha fue Yuta, pues llevaba con el tinte puesto bastante rato, poco después le tocó a él, por separado, claro. Cuando se secaron los cabellos volvieron a mirarse al espejo.

-Wow... está muy rojo –dijo el mayor.

-Pensaba que me quedaría peor –susurró Winwin en chino.

-¿Qué has dicho? ¿Me has insultado o algo? –preguntó Yuta dejando escapar una risa.

-No, no, no. Que es bonito, me gusta.

-Estás muy guapo.

-No, no estoy muy guapo.

-Qué poca confianza en ti mismo... Estás muy guapo con ese pelo rubio.

Winwin sonrió sin saber qué más decir y luego hizo una reverencia.

Sus cabellos habían cambiado por completo. Durante la cuarentena les había crecido el pelo, aunque mucho más a Yuta, que ahora lucía el cabello largo y rojo. Con su color de piel blanca resaltaba mucho más. Winwin, con el pelo algo más corto, lo llevaba rubio oscuro, pues tampoco se atrevía a decolorarlo y arriesgarse a tenerlo plateado o un color tan llamativo, pues prefería ir poco a poco por si le quedaba mal.

-¿Te gustan las fotos?

-¿Las fotos? ¿Qué fotos? –preguntó el chino.

-Vamos a hacernos fotos, tengo una cámara, ahora tenemos el pelo recién arreglado... ¿Quieres?

-Es que...

-Winwin.

Yuta se puso frente a él y colocó ambas manos en sus hombros. El menor agachó la cabeza porque estaban algo cerca y sabía que le iba a decir algo importante.

En cuarentena por coronavirus [YUWIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora