Capítulo 4

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Pov Lisa

—¡Abre la puerta, Jennie!

Grito mientras estoy parada fuera de la casa de su abuela.

Esperé hasta que el auto que trajo a Jisoo regresó al palacio y le pregunté a dónde había llevado a Jennie. Dijo que sólo la había llevado a casa, y estaba tan enojada que pude haberme golpeado. Supuse que habría ido a casa de su hermano o a cualquier otro lado menos a su casa. Pero debería haberlo sabido. No habría ido a través del huerto porque sabía que la habría seguido hasta allí. Me desconcertó subiéndose al auto, y asumí que había ido a otra parte.

Estoy aquí para arreglar las cosas, y la obligaré a escucharme si tengo que hacerlo. De repente la puerta se abre, y me sorprendo cuando veo a Jiyong de pie ahí.

—¿Qué quieres, Lalisa?

Al principio no sé qué decir. Parece enojado, y no sé la razón. Pero luego mi mente empieza a despertar, y asumo que Jennie le ha dicho algo que lo ha molestado y sé que va a desquitarse conmigo.

—Quiero hablar con Jennie. Pero hablaré contigo si vas a pararte en mi camino.

Cruza los brazos sobre su pecho, y aunque sé que somos casi iguales en tamaño, no tengo duda que ganaría una pelea ahora mismo. Porque si tengo que pasar sobre él para llegar a Jennie, lo haré. Atravesaría fuego para llegar a ella, así que no hay nada que me detenga.

—Hice la declaración hoy. Será mi esposa el día que cumpla la mayoría de edad.

—¿Bajo las ordenes de quién? —dice Jiyong, alzando una ceja.

—Las mías. Olvidas que estás en mi reino, Jiyong, y mi palabra es ley.

—No acepté el matrimonio. Ella está representada y no puede ser tomada. Esa es la ley de nuestras tierras.

—¿Así como la ley en que tomaste a tu esposa antes de la noche de bodas? —le echo en cara.

Sus ojos se entrecierran, y sé que se preguntando cómo sé que eso es posible. Pero Jennie me cuenta todo, incluyendo lo que su nueva hermana le cuenta.

—Sí, sé que rompiste la ley, así que no me arrojes eso a la cara. Algunas costumbres son viejas y deberían ser rotas. Hice el decreto real, así que debes salir de mi camino y dejarme llevar a mi prometida a casa.

—No tiene que ser así —dice Jiyong, descruzando los brazos y dejándolos caer a los lados—. Significas algo para Jennie. De eso estoy seguro. No debemos ponernos a pelear por esto. Podemos sentarnos y hablar.

—A menos que la charla sea sobre acuerdos para la boda, no necesito sentarme. He esperado suficiente por este día, y no dejaré que nada se interponga en mi camino.

—No aceptaré nada hasta que hable con mi hermana —dice Jiyong—. Le prometí que la dejaría elegir, y voy a cumplir esa promesa.

—Entonces lamento la posición en la que voy a ponerte. Pero estás a punto de ser un mentiroso para Jennie.

Sin pensarlo mucho, actúo más rápido de lo que Jiyong tiene tiempo de reaccionar. Empuño mi mano, estiro mi puño hacia atrás usando todo el peso de mi mano, y luego lo golpeo en la mandíbula.

Cae hacia atrás, y golpea el suelo como en cámara lenta. Chaerin y Jennie aparecen detrás de él. Chaerin grita y corre tras Jiyong, y yo me abalanzo hacia Jennie. Ella intenta alejarse de mí, pero tomo su muñeca en una mano y tiro de su cuerpo sobre mi hombro.

El tiempo se acelera y la tengo sobre mí mientras corro por el huerto hacia el palacio. Ella patalea y me golpea durante todo el camino, pero simplemente la ignoro. Nadie conoce el huerto como ella y yo, y sé que no podrán seguirnos a través de él. La conozco lo suficiente para saber que su pataleta acabara tan pronto como vea a través de su niebla de rabia.

CLAIMEN PRINCESS (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora