Era otro día normal en el departamento, todo era oscuro y lúgubre por la falta de luz y alegría.
Honni cosía un oso de peluche, lo llenaba de algodón y lo tiraba adentro de una caja. Ya iba por el № 322. ¿Por qué hacía esto?, Pues... Quería ganar dinero y la mejor forma de hacerlo era trabajando, además, era un pésimo ladrón. ¿Cómo lo sabía?, Un pasado oscuro.
Estaba muy cansado, aunque le gustaba hacer aquel trabajo tan "simple", quería dormir en el piso en ese momento.
—Oh, ¿Qué estás haciendo?—Apareció de la nada adentro del hogar del azabache, Soorim era hermano de Naruto Uzumaki y primo de Isabella, eso era seguro.
—¡Na-nada!—ocultó al peluche entre sus brazos, atrás de su espalda. No esperaba encontrar al rubio allí de repente. Era sorprendente lo parecido al ninja de la hoja que tenía Soorim, vuelvo a repetir para hacer el relleNUto.—E-estoy trabajando.—respondió, nervioso de seguir bajo a esa mirada penetrante del rubio.
—¿Trabajando en coser peluches?
—¡Sip!—Dió la vuelta y agarró el peluche para seguir arreglando su estómago aún sin coser.
—¿Puedo ayudarte?—Preguntó sonriendo, con una sonrisa más brillante que el sol, capaz de matar a un vampiro.
—Eh....Bueno.— se detuvo a pensar al principio, separando dos temas diferentes.
Por un lado, era muy probable de que Soorim la cagara en algo, y por la otra; él ya la iba a cagar más tarde, así que no perdía nada. Además, era su amigo, y los amigos son amigos para siempre y por siempre, en las buenas y en las malas, ¿No?
Los osos de peluches estaban descuartizados en el piso, parecía una escena de un crímen violento. Los 322 peluche de osos que había cocido Honni mejor que la madre de Coraline parecían que habían sufrido un ataque terrorista.—La cagué, ¿Verdad?—Rompió con el terrorífico silencio que se había formado con su estupidez. (Les dejo que su imaginación se imaginé cuál fue la estupidez que hizo, mientras más estúpidamente peligroso mejor)
Honni sacó la cabeza de peluche de su boca escupiendola al piso.—¡Si!, ¡Siempre lo haces!, ¡Ahora lárgate!, ¡No quiero volver a verte de nuevo!—Lágrimas saladas y calientes salieron de sus ojos quemando su rostro de un tono ya carmesí.
No lo culpen, ¿Okey?, Se había esforzado mucho en hacer bien su único trabajo, y aunque igualmente nunca lo hubiera terminado, era mucho mejor ser decepcionado por él mismo que por su mejor amigo.
Soorim se fue en silencio, de verdad que había arruinado todo.
Honni miraba su pantalla rota con tristeza, tal vez había gritado como un simio salvaje y no como una madre latina.
Era raro, nunca se había sentido así de triste por una persona, bueno, en realidad si, cuando el chico de lentes que invitaba a comer hamburguesas le pidió que dejaran de ser amigos. Pero eso ya lo superó, aunque de verdad le dolió haber Sido humillado con un golpe muy brusco de parte de su compañero.
Debía disculparse, pero no podía hacerlo por mensaje, era muy vergonzoso y cobarde.
Tú:
Soorim, ¿Quieres ir al centro comercial mañana?Pasaron minutos, casi una hora, y Soorim nunca le contestó. Apagó el teléfono molesto, no sin antes mandar sus últimos mensajes.
Tú:
Meow, quiero que nos conozcamos mejor, ¿Quieres ir al centro comercial xxx?Meow:
Claro!, ¿A qué hora? (^ 〰 ^)
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Simples Desconocidos - Soonni
Romansa-"Cʀᴇɪ́ᴀɴ sᴇʀ ᴀᴍɪɢᴏs, ᴘᴇʀᴏ ᴇʀᴀɴ sɪᴍᴘʟᴇs ᴅᴇsᴄᴏɴᴏᴄɪᴅᴏs." Soorim y Honni desean conocerse mejor, al pasó del tiempo descubren que tienen varias cosas en común o no en común. En esta serie de eventos llenos de estupidez y mala narración ambos comienzan...