Soy un Lucario: Bloopers

Adelanto

En el sueño de Isaac. La pareja de Riolu empezó con el juego de pool contra la pareja de tipo siniestro. Comenzó Aurora posicionando su taco contra la bola blanca y la golpó ante el triángulo de esfera al contacto se fueron dispersando por toda mesa, enseguida continuó Scrafty el cual las desparramó aún más, enseguida prosiguió el tipo lucha pero este falló un par de veces antes de acertar con el palo a la circunferencia a golpear, finalmente Krookodile metió tres bolas de un tiro.

Krokodile: ¿Les conté que soy campeón regional de billar? *Comentó el cocodrilo con una gran sonrisa maquiavélica*

Isaac: Raios, León me va a matar *tragó saliva con una cara de pavor*

Aurora: y nunca mejor dicho *agregó la tipo lucha*

Retomaron con la siguiente ronda en la cual Aurora esta vez metió una, Scrafty hizo lo propio, Isaac dio pena ajena y el tipo tierra-siniestro arrasó como el maestro que es en esto. Luego en otra ronda la Riolu encestó dos, el tipo siniestro-lucha estuvo a punto de meter otra pero se detuvo en el último milímetro quedando en la orilla. Isaac golpeo una esfera pero esta se fue en el sentido opuesto haciendo que chocara contra la bola que estaba en el borde: lo logró por fin. Pero Krookodile siguió humillándolo acaparando todos los puntos para sí mismo. Total los Riolu terminaron perdiendo el juego: perdiendo la preciada piedra alba.

Krokodile: A ver *el cocodrilo mordió ligeramente la piedra con sus dientes* es auténtica... *se produjo un silencio incómodo*

...

Isaac: Oigan *es lanzado afuera*

Aurora: Con cuidado *la lanzaron arriba del Riolu*

Isaac: Auch *respondió este luego de recibir el cuerpo de la tipo lucha encima*

Scrafty: y no regresen *cerró la puerta al toque*

Enseguida los pokémon emanación se levantaron del suelo, algo desanimados. Debido a la derrota quedaron mirando con culpabilidad; la imagen de un Kirlia, que había dentro de un juego, el cual los miraba con inocencia lo que aumentaba aún más su sentimiento de tristeza e impotencia de no poder cambiar las cosas. Fueron bien tontos por apostar la piedra que en realidad no era suya, ahora habían comprometido la amistad de uno de sus más grandes amigos que los había acompañado hasta estas instancias, en esta travesía que aún no terminaba, pero que pareciera que su relación amigable si lo hará antes de tiempo.

Aurora: ¿Y ahora, como se lo decimos? *Preguntó con mucha preocupación*

Isaac: No se lo diremos, de nada servirán las palabras *sintió mucha culpa, no tenía ni las fuerzas para enfrentarlo*

El tipo psíquico-hada presintió que algo malo le había ocurrido a su tan amada piedra alba, esa reliquia otorgada por su padre: tan anhelado, como para perderse así nomás; León debía saber que les había ocurrido a ese par de Riolu, con paso firme y con determinación fue a la sesión de los arcade para buscarlos en el acto.

Que por el contrario. Bajo la mirada temerosa de Layla, contrastante contra el rostro seguro al igual que intrigado del de alado, comprendía la importancia de ese objeto para su similar, sintió que estaba exagerando aunque tampoco lo iba a detener... no es como si pudiera evitarlo, cuando un Kirlia macho pierde su piedra alba es como si muriera en vida: una total tragedia.

De pronto cuando la pareja de pokémon sensorio entraron al local justo cuando el tipo tierra-siniestro y el veneno-volador salían del mencionado lugar.

Krokodile: Jajaja que fácil fue sacarles esta piedra alba ese par de Riolu *comentó Crobat*

León: Maldición *sintió como si le hirviera la sangre*