Estuvimos unos segundos sin hablar.
Ah no, esto no termina.
— ¡Oigan! — grité, captando su atención — Les hice una pregunta. — dije entre dientes.
Ninguno respondió. Sentí la mano de Launch tocar mi hombro.
— Está.. está borracho, no sabe lo que dice Bulma, mejor será irnos.
De inmediato me deshice de su agarre y me acerqué a Raditz.
— ¿De qué apuesta habla? — hablé refiriéndome a Vegeta.
— No.. no lo sé, muerda, Launch ya te dijo, él está ebrio y no sabe lo que dice.
Pero no le creí.
— Están mintiendo. — estaba apunto de golpearlo, pero Launch habló.
— Bulma.. vamos ya. — trató de sacarme, pero yo me negué.
— ¿Tú sabías de esto? — la encaré.
Abrió aún más sus ojos su era posible, su rostro se volvió pálido y las palabras no salían de su boca, sus labios temblaban.
— ¡Responde maldita sea! — grité.
— Yo.. — miró a Raditz y a Vegeta, no siguió y salió corriendo de la habitación. No me detuve y la seguí al mismo paso.
— ¡Espera! — cuándo salió de la casa, estaba dispuesta a seguir huyendo, pero la alcancé y agarré su brazo obligando a su cuerpo a voltearse. Ella me miró asustada cuándo la sostuve fuertemente de los hombros.
— Yo.. yo.. no pensé que lo iban a hacer en serio, él me dijo que sólo él iba a enamorarte y que.. — dijo.
— Entonces tu sabías.. — una lágrima resbaló de mi ojo izquierdo.
— Te juro que te lo iba a decir pero.. es que Raditz...
— Esa vez que te dije que vayas dónde Raditz a ver si traían algo entre manos, él te dijo. — ahora todo tenía sentido.
— S-si.. pero, las cosas sucedieron muy.. fuertes y extrañas, todo se volvió un infierno y..
— ¡Jamás estuviste con tus padres! — sentí mi rostro enrojecer de la furia. — Siempre estuviste con Raditz sabiendo sobre la maldita apuesta. — apreté mis puños y otras lágrimas caían.
— Él.. — no la dejé terminar.
— ¡¿Qué clase de amiga eres?! — exploté. — Seguro ustedes se burlaban de mi a mis espaldas al verme la cara de estúpida ¿Verdad?
— Estás confundiendo las cosas.. él y yo jamás..
— ¡Cállate! — estaba apunto de golpearla. — ¡No quiero oírte! ¡No quiero oír a nadie más! — me fui corriendo de allí antes que la cabeza me explote.
— ¡Bulma! — trató ella de seguirme, pero yo ya me había ido.
(•••)
Vegeta
— ¡Si serás idiota! — gritó Raditz antes de golpearme.
Caí al suelo, todo me daba vueltas.
— Ahora Launch le va a contar todo. — suspiró frustrado — ¡Estamos muertos! — golpeó una mesa con ambas manos, provocando que me haga un pesado eco dentro de mi cabeza.
Con la poca fuerza que tenía golpeé el suelo.
Porque sí, la fregué, la recontra fregué.
— Anda, párate, tenemos que irnos. — me hizo una seña para que me levante.
