𝐇𝐢𝐠𝐡 𝐒𝐜𝐡𝐨𝐨𝐥 𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 / 𝐅𝐫𝐞𝐝 𝐖𝐞𝐚𝐬𝐥𝐞𝐲

𝘾𝙖𝙣 𝙬𝙚 𝙟𝙪𝙨𝙩 𝙗𝙚 𝙝𝙤𝙣𝙚𝙨𝙩? !!!

—Amelie, quedé con Molly a las cinco en punto, si no bajas en este mismo instante tiraré a la basura tu escoba. —la amenazó su madre mientras ella corría de un lado a otro intentando meter en el baúl todo lo que encontraba a su paso; calcetines sucios, bufanda de Gryffindor, aunque quizá no la necesitara a mitad del verano, pijama de patos, reproductor de música muggle que había prometido llevar a la madriguera...—Amelie, última llamada, si no estás a mi lado en diez segundos, cancelaré tu visita a la madriguera, diez...nueve...¡Amelie! ¿Planeas matarme de un infarto? —su madre le gritó cuando apareció a su lado después de bajar a toda velocidad las escaleras, y casi rodar cuesta abajo después de tropezar en el tercer escalón.

—Lo siento, querida madre, pero tú me has dicho que sí no estaba a tu lado en diez segundos, no iría a ningún lado. Y mí lema siempre ha sido "medidas desesperadas para situaciones desesperadas" —le sonrió a su madre y esta le dio un golpe amistoso en la frente.

—Esa es mi hija, damas y caballeros —dijo su padre entrando a la sala con su escoba, la nimbus 2000 que alguna vez le regalaron, recién encerada y lista para usarse —Recuerda practicar mucho quidditch, y procura siempre estar en el equipo de Harry o de los gemelos si juegan algún partido amistoso, son los mejores golpeadores que he visto en mucho tiempo.

—¿En serio? No la veremos hasta vacaciones de invierno, y eso es si los Weasley no la secuestran para que pase navidad en la madriguera, ¿y le dices que juegue quidditch? Hazte a un lado —Debora apartó a su marido del camino y abrazó a su hija, finalmente Jack se unió.

—Voy a vomitar por tanta demostración de afecto en público —se escuchó una voz detrás de ellos y Amelie la reconoció en seguida.

—Oh, cállate Weasley. —Fred le sonrió, estaba parado a un lado de la chimenea. Amelie no esperaba que llegara tan puntual, pero honestamente no tenía ni idea de cómo funcionaba la red flu.

—Señor Leannan, señora Leannan —Fred saludó a sus padres y ellos les devolvieron el saludo —Mamá me ha dicho que te ayudara a usar la red flu. Novata. —se burló y Amelie le propinó un golpe en el abdomen.

—Vuelve a decirme novata y te dejaré un ojo morado, te lo advierto. —apuntó a Fred con su dedo índice intentando verse amenazante, pero esto solo logró que el pelirrojo soltara otra carcajada. —Bueno, no es por apresurarte pero muero por llegar a tu dulce hogar para comer la comida de Molly, así que andando.

Fred le sonrió nuevamente y después de explicarle paso a paso cómo funcionaba la red flu, le ofreció que fuera ella primero.

—Y recuerda hablar fuerte y claro, no querrás acabar en otro lugar como Harry. —le dijo y ella asintió, imaginándose lo que podía haberle pasado al torpe de su amigo.

Acto seguido tomó un puño de los polvos flu y se adentró a la chimenea. Recordando las palabras de Fred, dijo "A la madriguera" y en seguida sintió un cosquilleo recorrerle el cuerpo. Al abrir los ojos se encontró con toda la familia Weasley, junto con Harry y Hermione, reunidos frente a ella. Molly se acercó hasta Amelie y la ayudó a salir de la chimenea, mientras le quitaba un poco de polvo y cenizas de encima.

—Amelie, cariño, espero que usar la red flu no te haya causado mucho problema, por eso mismo he mandado a Fred. Por cierto ¿Dónde está? —Fred apareció en la chimenea igual a como lo había hecho ella, casi parecía que su madre lo había invocado. —Olvídalo. Amelie yo sé que seguro estás hambrienta, conozco a tu madre. Por eso mismo he terminado de preparar la cena antes de que llegaras, solo falta poner la mesa, pero si quieres ve a dejar tu baúl a la habitación, te quedarás con Ginny y Hermione.

Ginny se acercó hasta ella y se ofreció a llevarle su baúl, mientras ambas caminaban hasta la habitación, Hermione las siguió contenta y con Crookshanks entre brazos. Una vez que llegaron hasta la habitación de la pelirroja, Ginny dejó el baúl en el suelo y corrió a cerrar la puerta.