Cap. 2 SOSPECHA

911 116 41
                                    

—Amor, ¿no ibas a quedarte a dormir dónde tu madre éste fin de semana?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Amor, ¿no ibas a quedarte a dormir dónde tu madre éste fin de semana?

Fue lo que me preguntaste ese miércoles veintidós de noviembre por la tarde ¿recuerdas?

—Claro que sí, pero ella creyó que sería lindo vernos a los dos juntos aunque sea sólo por un momento, así que decidió mejor venir para ayudarme a preparar la cena —te respondí con una sonrisa, esperando a que me la devolvieras.

Pero qué sorpresa me llevé cuando en lugar de eso, vi una disimulada mueca de disgusto combinado con una media sonrisa en tus labios.

—Oh, entiendo.

—Pero si quieres descansar tranquilo, puedo decirle simplemente que no venga, y que yo iré al departamento —dije desviando mi mirada, para concentrarme en algo que no seas tú. Sin embargo, no lo hice para que te sintieras presionado o algo así, sino que, lo hice porque en ese instante seguía dándome vueltas esa extraña mueca que me habías dedicado segundos antes.

¿Acaso mi madre te incomodaba? ¿Te caía mal? ¿O se debía a algo más?

En eso pensaba, hasta que sentí como tus firmes brazos rodearon mi cintura por detrás mientras que tus labios depositaban en mi nuca un tierno beso. Uno tras otro hasta que me dio cosquillas.

—¡S-Shōto!

—Dile que venga, puede quedarse en la habitación de invitados —dijiste entonces, dándome un último beso para luego soltar el agarre que mantenías en mí, y voltear en dirección a la sala mientras sacabas tu celular del bolsillo con algo de prisa.

Y mientras creías que seguía limpiando la barra de la cocina, en realidad miraba de reojo tus acciones. Esas que me dijeron que al parecer habías tenido planes para éste fin de semana, antes de que yo te dijera lo de mi madre.

Pues tan pronto como llegaste al sofá de la sala, vi cómo tecleabas con rapidez algo en tu celular. Como si le estuvieses escribiendo a alguien.

Vi tu rostro, que pasó de ser uno calmado a otro preocupado, y luego de unos cortos minutos, a otro levemente alegre, donde una corta risa se escapó de tus labios. Y así tu semblante siguió con una pequeña sonrisa en él hasta que dejaste de teclear tranquilo. Hasta que te echaste para atrás y seguiste igual de contento incluso mientras veías el techo sin hacer nada.

Tan sólo ahí, como si estuvieses recordando algo, o a alguien, que sencillamente te hacía feliz.

Y así seguiste hasta que dejé de "limpiar" y me encaminé a tu lado en el sofá. Donde me acurruqué a tu costado y pareciste recién volver a notarme. Puesto que, apenas viste cómo intentaba ocultar mi rostro en tu pecho, pareciste preocuparte.

—¿Izuku, estás bien? ¿Ocurrió algo con tu madre? —preguntaste al momento en que pasabas un brazo sobre mis hombros para darme caricias en el cabello.

A lo que yo sólo terminé de ocultar mi rostro en tu pecho, para entonces escuchar el latido de tu corazón y así calmar el nudo que se estaba formando en mi garganta.

—Todo está bien, Shō —mentí con una débil sonrisa.

Porque en verdad nada estaba bien. Porque la realidad era, que cada segundo que pasaba me convencía más y más, de que había otra persona ocupando tus pensamientos.

Porque de pronto sentí que con cada día, nuestro matrimonio se rompía un poco más.

CRÉDITOS A LA ESCRITORA SOLO FALTA UN CAPÍTULO MÁS DE HASTA DONDE DEJO LA CREADORA Y YA YO LA OODRE SEGUIR

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CRÉDITOS A LA ESCRITORA SOLO FALTA UN CAPÍTULO MÁS DE HASTA DONDE DEJO LA CREADORA Y YA YO LA OODRE SEGUIR

PERFECTO [TODOBAKU] (se mudo a otra cuenta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora