LA ISLA

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Edward convenció a sus tripulantes para quedarse en la isla hasta que dejasen de escucharse cosas raras en el agua. No sabían si era esa bestia despiadada o torbellinos de agua, pero sabían que no era seguro navegar. -¡Tenemos que seguir mar adentro! Dijo Bartos  -¡De ninguna manera vamos a ir! - estamos en medio de la nada y con un monstruo que nos acecha, como mucho podremos avanzar rumbo a nuestro destino unos cuantos km no mas- se adelantó Kenny.
Edward estuvo de acuerdo y decidieron quedarse unos días en la isla "capo".
Era una isla rica en cocos, plátanos y mangos, lo necesario para sobrevivir. Se hicieron unas tiendas de campaña en la colina más alta de la isla, estaban como a diez metros del suelo y así podían supervisar lo que pasaba en la isla.
Edward decidió ir de caza con su fiel amigo Joseph Loret por la parte de detrás de la isla. Era de día cuando decidieron zarpar y vieron una cantidad de animales muertos en la orilla -¿Quién podría haber hecho esto? Dijo atemorizado Joseph -Te dije que había algo- recalcó Edward. Alzaron la vista a un bulto marrón que había en una especie de cueva, entonces decidieron ir a echarle un vistazo y vieron a una mujer tirada en el suelo con una herida grave en el gemelo izquierdo y se fueron rápido a su base para curarla. -¿Como te llamas? Dijo Edward -Me llamo Cassie, mi barco se hundió por causas de una ola del tamaño de una palmera pero no era normal porque venía con una fuerza descomunal.- ¿Hubo más supervivientes? Pregunto Edward - No, yo soy la única los demás fueron engullidos por la ola. - Bueno te daremos un sitio en nuestro barco- Dijo Joseph ¿De veras? exclamó Cassie. Si, pero con la condición de que trabajaras para nosotros y con las mismas condiciones que todos, aquí no somos personas dispersas vamos todos unidos -¿Me estas subestimando? si pude dirigir un barco lleno de hombres puedo con esto con solo guiñar el ojo- Afrimo Cassie -Pues no se habla más. ¡Nos vamos al agua para zarpar!- exclamo con emoción Edward Kim

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