El sol pasa de oriente a occidente,
Dando satisfacción a tus ojos.
Una iluminación de arte divina,
que con su calor apacigua el frio que dejaste,
en este hangar de ilusiones.
Con la poca radiación de la ventana,
Sobresale el cerezo,
Que poco a poco cae en este tormento.
Solo es cuestión de tiempo,
El esperar sentada en la plazoleta,
a que nuevamente salga mi estrella anhelada.
Que ni las nubes pueden alcanzarla,
Ya que nuestro amor es tan grande,
que brilla cada día más y más.
Pero sin el sentir del tocar...
somos como el ying y el yang.., yo tu luna, tú mi sol...
Dando esperanza a lo que alguna vez, se llamó amor.