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Reunidos en una noche, con el alcohol apoderándose cada vez más de la cabeza de los presentes, no podía ser tan grave o quizás sí. Las risas inundaron la casa de Youngjae, la ebriedad llegó hasta las cabezas de cada uno de los presentes, algunas vistas eran nublosas y algunos miembros tenían perdidas de consciencias a punto de suceder. Era la primera vez que se juntaban luego de meses de insistencia y negatividad de algunos. BamBam se encontraba recostado en el pecho de Yugyeom mientras este le cantaba una canción en un tono hermoso, pero con confundible letra, sin embargo, parecía que al chico tailandés le llegaba cada balbuceo al corazón. Por otro lado, la tensión moría por rotarse entre Mark y Jackson, quienes desde hace meses comenzaron a tener sentimientos por el otro. El mayor intentó acercarse después de este descubrimiento, pero Jackson con todo su orgullo logro distanciarlo, lo que los llevo a esa noche.

Las miradas y sus cuerpos tensionados bajo el efecto del alcohol, sus sentimientos y las profundas miradas que se daban, provocaron que el hongkonés no pudiera aguantar más tiempo en esa situación. Wang se levantó de su silla y caminó en dirección al mayor. No lo pensó dos veces cuando atacó los labios apasionadamente de aquel a quien llevaba tiempo deseando besar, rápidamente introduciéndolo en una burbuja de torbellinos y excitantes emociones. Sus manos atadas fuertemente en las mejillas del chico estadounidense, el cero espacio entre sus cuerpos y la forma en que se dejaban llevar e incluso dominar por el otro parecía una locura.

Y, por último, Jaebeom a unos pasos de distancia de aquellos dos, comenzó a decir incoherencias que hacían morir a Jinyoung. El alcohol succionó todo razonamiento dentro de él, pues hacía más que evidente la noticia que les estuvieron ocultando al resto del grupo; para su suerte, los únicos que no se encontraban bajo el efecto del alcohol eran Jinyoung y Youngjae o de lo contrario toda noticia hubiese sido arruinada. Park suspiró viendo a su esposo comenzar a arrastrar palabras, Youngjae despreciaba su alta tolerancia al alcohol al ver a todos los demás.

—Jinyoung, ¿es lo que creo qué es? —preguntó Youngjae luego de ver cómo Jaebeom cayó rendido sobre su sofá.

—No sé de qué hablas Youngjae —dijo sin hacer contacto visual con el contrario.

—Sabes de lo que hablo o no tendrías por qué evitar mi mirada —Jinyoung solo sonrió al escuchar aquello —¡Bien! Esperaré a que los señores Lim quieran dar la noticia.

Park reía de su amigo, probablemente no lograría que se quedará quieto, la curiosidad siempre salía antes de que su consciencia pudiera tomar las riendas. Buscando una vaga respuesta en su cabeza, apreció el momento exacto en que las cosas se comenzaron a salir de control.

—Creo que en este momento deberíamos de preocuparnos por otras personas —dijo señalando el lado contrario de la mesa —Más bien, tú deberías de preocuparte, Youngjae.

—¡Oh, por dios! ¡Mi mesa! —vociferó con los ojos abiertos como platos.

Jackson al otro lado de ellos, sentó a Mark sobre la mesa tras pasar a la siguiente base. Los besos dominantes y las caricias de Jackson comenzaron a subir de nivel, besando cada parte de la piel de Tuan a la que tuviera libre acceso. Atacó su cuello, clavículas y el resto de su rostro, dejando casi sin respirar a Mark, que gozaba cada toque. De forma casi inmediata, Youngjae caminó hasta ellos en busca de acabar por unos segundos con su acción, pero ellos mismos, se levantaron por su cuenta. Tuan ató sus piernas a la cintura del Hongkonés y Jackson lo condujo a la primera habitación que se cruzó en sus ojos, a pasos temblorosos, sin soltar su apasionado encuentro, entraron y cerraron la puerta inmediatamente. Seguido de un golpe en la habitación de Youngjae, este se giró a ver a Jinyoung, qué entendía la situación frente a sus ojos. Al parecer el dueño de la casa dormiría en una de las habitaciones de huéspedes. Choi caminó de regreso a su sitio donde tenía tiempo hablando con Jinyoung. El chico se encontraba con una sonrisa, que desvaneció al escuchar como algunos ruidos muy sugerentes atravesaban la puerta de la habitación.

The Story Of Us | MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora