Capítulo I: Tres meses después

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Aquella mañana Tuan se levantó de su cama sintiendo náuseas, tal cual a días detrás. Apenas alcanzo a correr al baño de su casa, dejó caer su cuerpo al suelo comenzando a pensar ¿Qué le pudo haber hecho daño? Tal vez las hamburguesas de la noche anterior comenzaron a resolverse en su estómago, pues no negaba que hacía días que su sistema inmunológico parecía ir de mal en peor. Sin embargo, luego de haber regresado toda su posible cena, un nuevo mareo provocó que el americano se aferrara a la pared del baño, evitando caer por completo; quedándose en la misma posición por aproximadamente un minuto. Y, hubiese continuado, pero su teléfono comenzó a sonar desde la otra habitación. El estadounidense se dirigió a responder, apenas notó el nombre de Jinyoung, sonrió por inercia. El chico, ahora con sus seis meses de embarazo era una locura, solía parecer y ser tan tierno que más de uno en el grupo de amigos había quedado encantado. Sin embargo, no era así todo el tiempo, pues en ocasiones tenía sus altibajos.

—Hola Mark, ¿Te desperté? —saludó Park animadamente.

—No, Jinyoung y-yo... —se vio interrumpido una vez más, sintiendo su estómago revolverse por segunda ocasión. Las arcadas rápidamente se apoderaron de él, haciéndolo volver al sanitario, dejando a Jinyoung preocupado y confundido al otro lado de la línea

¿Cómo era posible que de nuevo estuviera frente a la taza del baño? No había nada en su estómago que pudiera retener, incluso, se atrevió a pensar en que la comida del día anterior se fue con la primera visita al sanitario. Una vez que termino con su malestar, se enfocó en la voz de su teléfono, Jinyoung no abandonó la llamada.

—¿Mark? ¿Estás bien, Tuan? —insistió por cuarta vez esperando ser atendido.

—Sí, lo estoy —respondió el chico con el corazón acelerado viendo su teléfono estar en el piso a unos metros —Creo que algo me hizo daño.

—¿No has pasado con ese malestar toda la semana? —inquirió seguro de haberlo escuchado antes —¡Dijiste que verías al médico!

—Tienes razón, no lo hice. Pero es porque estoy seguro de que es alguna bacteria sin importancia, no creo que debamos preocuparnos.

—Esperemos que sea de esa manera. De todos modos, llamaba para saber si me acompañaras al ginecólogo hoy.

—¡Claro, Jinyoung! Te he acompañado los últimos dos meses y hoy también lo haré —dijo mejorado su ánimo.

—De acuerdo, te veré en una hora en tu casa, cuídate Mark —Jinyoung colgó de inmediato la llamada, dejando a su amigo con un gran confuso sentimiento.

Había pasado de poca disposición para comer con la desagradable molestia albergada en su estómago a de pronto sentir un incontrolable deseo por un pastelillo de chocolate. Incluso su mente pareció guiarlo en un rápido paseo hasta una tienda que días detrás encontró de camino a casa. Sin pensarlo mucho, se dirigió a alistarse.

El camino a la pastelería fue aún más corto de lo que pensó, o tal vez solo eran los deseos de llegar que lo mantuvo a la expectativa. Sin embargo, al llegar al sitio, una conocida silueta de cabellera casta, cuerpo definido y probable nacionalidad China apareció en su visión haciéndolo frenar en seco. ¿No podía tratarse de él o sí? Parado en medio de la acera con el pulso acelerado y sin saber exactamente qué hacer, Tuan comenzó a considerar que tan importante era cumplir sus antojos cuando el chico giro un poco en su dirección.

Jackson lucía tan increíble como siempre, incluso un poco más guapo que antes, al igual que increíblemente ocupado charlando con alguien más para siquiera notar que el rubio estaba cerca. Aun así, Mark se armó de valor, intentando en no pensar en la noche que lo abandonó, y, en cambio, concentrarse en evitar su mirada con la intención de obstaculizarlo. ¿Quién sería el chico con el que hablaba tan amenamente? Apenas entró al local lo averiguó.

The Story Of Us | MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora