No. 1- DabiShiga

Capitulo 17

Dabi sabía que ignorar a Tenko era mala idea, le dolía mucho hacerlo pero sentía vergüenza al recordar que estuvo a nada de mandar su cordura al demonio y hacer lo que Tenko le había pedido, tener sexo con él, después de cortarle el cabello y ser empujado hacia esa cama, había pensando que tal vez no era mala idea eso, pero al ver como él le daba un beso tan inocente, se arrepintió y se quedó a su lado, Tenko era especial y no debía arruinar todo con él solo porque él no estaba en sus cinco sentidos, eso no era bueno. Dabi se encontraba en la azotea de su edificio fumando, en una hora iría a la casa de Hawks y tomarían un baño para hablar de su semana, al escuchar su teléfono se sorprendió al ver que era una llamada de Toga

-Hola Toga ¿Cuál es la razón de tu llamada?- Dabi le dio otra calada y miró hacia los anuncios gigantes- Se que no quieres que hable con Tenko y he respetado tu decisión así que no vengas a joderme con tus regaños

-Solo te llamaba para saber si Tenko ya llegó contigo- Dabi se extrañó al escuchar eso ¿De que hablaba Toga?- Él me dijo que fue a buscarte para hablar, pero se perdió, se encontró a un amigo tuyo y le dijo que iba a llevarlo contigo pero eso fue hace mucho y ya no se nada de él, mira te mando foto... ¿Ya la viste?

-Toga ¿Desde hace cuanto te mando esa foto?- Dabi quería lanzar su teléfono al ver a Tenko junto a ese idiota, Toga le dijo 1:30, Dabi salió de la azotea- No te preocupes yo iré por él, adiós

Dabi corrió hacia su departamento y tomó las llaves de su carro, condució a todos los lugares que sabía que Muscular frecuentaba, llamó a su teléfono y no contestó ninguna vez, llamó al de Tenko y tampoco contestaba, la situación lo estaba desesperando ¿Qué tenía Tenko en la cabeza para irse con él? Dabi ya no pensaba con claridad, lo único que quería hacer era arrancarle la cabeza, cuando estaba por darse por vencido recordó aquel almacén viejo donde Muscular amaba ir, si algo le pasaba a Tenko, si lastimaban a Tenko iba a ser su culpa y nunca lo iba a perdonar. Al llegar al lugar notó luz, bajó del carro hecho una furia

-Hola amigo ¿Buscas al pequeño Tenko? Déjame decirte que es adorable- Era aquel amigo de Muscular, Dabi lo tomó del cuello de la camisa y lo golpeó en la cara- No seas tan agresivo amigo, está con...

Dabi no lo dejó terminar y lo golpeó por todo el rostro, al igual que el tipo que se encontraba a su lado, nadie iba a tocarlo, Tenko no debía ser corrompido por aquel mundo que conocía a la perfección, al dejar inconsciente a eso dos caminó hasta aquel almacén, deslizó la puerta y entró, al ver aquella escena, quería matarlos a todos. Tenko estaba sin playera, Muscular pasaba sus dedos sobre ese suave torso, sus amigos observaban y parecían deseosos por hacer lo mismo, mientras que Tenko se ahogaba intentando fumar. Caminó hasta ellos y su mirada se oscurecía a cada paso que daba, iba a matarlos a todos

-Oh Dabi, llegaste- Tenko corrió hasta él y lo abrazó, Dabi se tranquilizó al sentir su brazos, cerró los ojos y le devolvió el abrazo, Tenko tenía la espalda fría, Dabi se quitó su abrigo y se lo puso en sus hombros, tomó el rostro de Tenko y volvió a abrazarlo, se sentía un poco más aliviado- Muscular quiere hacerme un tatuaje y...

-Ve por tu camisa y sube al auto- Dabi le habló amablemente con una sonrisa para tranquilizarlo, Tenko asintió con una enorme sonrisa, corrió por su ropa, Dabi le dio las llaves del carro y Tenko se fue a él- Tú... No vas a salir con vida de aquí Muscular ¿Qué planeabas hacerle a Tenko?

-Nada, solo nos estábamos conociendo- Dabi se acercó a él y lo tomó de su playera, a él no le importaba la diferencia de estatura, solo sabía que iba a matarlo- Comimos helado, paseamos por ahí y lo trajimos aquí, comenzamos a hablar de ti, le comenté que te gustaban los tatuajes entonces el dijo que quería tener algo que te gustara, me ofrecí a hacerle uno... ¿Era necesario el golpe? Agradece que no le hice nada porque ganas no me faltaron, es tan inocente que quería tomarlo, escucharlo decir mi nombre, pedir por piedad y hacerlo mío para darte donde más te duele