✦ capítulo uno ✦

773 52 17
                                    

┊͙Gala Hemmings ;

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

┊͙Gala Hemmings ;


Eran las cuatro y media de la madrugada, la luz de la luna era lo único que iluminaba mi habitación, los gritos se escuchaban por todas partes, yo no me atrevía a salir, no quería, no podía. Me dolería ir a afrontar la situación que estaba sucediendo en estos momentos, mis lágrimas brotaban, jamás había llorado tanto en mi vida como en estos momentos. Ni siquiera tenía idea del como afrontar esto.

Mi vista que estaba dirigida en a la venta, fue interrumpida por el sonido de la puerta la cual se abría, yo rápidamente observé quien había sido el responsable de ello, Luke, mi hermano. Se acercó a mi, con una mueca en su rostro, me abrazo, ahora ambos mirábamos por la ventana.

—Es mi culpa... Perdón —habló Luke.

—No, nada de esto es tu culpa y no pidas perdón de nada. —lo miré a los ojos, estos estaban rojos, se notaba que se querían guardar todas las lágrimas —Puedes llorar, no tienes porque retener tus sentimientos...

—No puedo, no es de hombres llorar... —sus ojos estaban rojos, en cualquier momento sus lágrimas saldrían sin permiso alguno.

Era horrible escuchar esas palabras por parte de mi hermano, jamás me había dolido tanto escucharlo, en su voz se escuchaba el miedo, tristeza, estaba roto y eso nadie lo podía negar, ni siquiera él. Odiaba tanto las ideas que nuestro padre le había metido en la cabeza a Luke, él no merecía tener esos pensamientos en su cabeza, mi hermano mayor no merecía creer que por ser hombre no podía llorar, no podía sentir, odiaba ver como mi padre lo había manipulado de la peor manera.

Luke, eres un ser humano, no mereces creer eso, mereces sentir y llorar, lo que no mereces es reprimirte.

Al decir aquellas palabras, fueron la gota que derramó el vaso en la vida de Luke, él comenzó a llorar, las lágrimas salieron sin interrupción alguna, me abrazó aferrándose a mi, colocando su cabeza en mi hombro, se notaba que en mucho tiempo no había soltado lo que sentía, mientras lloraba, hablaba.

Gracias... —contestó con la voz rota y destrozado —Gracias por quererme como soy...

No tienes que agradecer por eso, siempre estaré contigo sin importar lo que hagas o no hagas, te amo, eres mi hermanito, aunque seas el mayor. Creeme que lo único que quiero es que seas feliz...

Abrazados, escuchamos un fuerte golpe, ambos nos separamos un poco para mirarnos, era inútil querer hacer algo por las personas que estaban allá afuera discutiendo.

—Si no hubiera sido porque quería cantar, nada de esto hubiera pasado...

—Luke, entiende que nada de esto fue tu culpa. Tu querías ejercer tus sueños como lo hago yo ahora; has logrado cosas increíbles en todos estos años de carrera que has tenido con 5sos. Tú jamás pensaste en que nuestra madre haría eso mientras tu cantabas...

Ambos fuimos interrumpidos, nuevamente por el sonido de la puerta, ahora era nuestra madre quien se notaba que había estado llorando, su rímel estaba corrido por el largo de su rostro, un poco despeinada y su blusa rota. Se acercó a nosotros, quiso abrazarnos pero al menos de mi parte yo me alejé.

—Gala, cariño... —dijo con la voz entrecortada.

—¿Qué necesitas? —pregunté cruzada de brazos.

Quiero hablar con ambos, no quiero irme de aquí y que estemos mal...

—¿Cómo esperas eso? —pregunté más molesta que nunca —¿Te das cuenta de lo que estas apunto de hacer?

—Mi felicidad no es algo malo...

—No, pero por ir detrás de tu felicidad, a nosotros nos dejarás hundidos en un agujero sin fin... —realmente estaba molesta.

—Cariño... No digas eso, su papá es un buen padre... —contestó.

—¿Un buen padre? ¿Qué no te das cuenta de la situación. Estas apunto de abandonarnos con un hombre alcohólico, agresivo... Madre, Luke tiene miedo a llorar porque mi padre le dice que eso no es de hombres, ¿crees que eso es ser un buen padre? Y tú, tampoco eres una buena madre.

—Gala... —Luke intentó callarme.

No Luke, ella también debe de entender que me alegro que se vaya por su "felicidad" pero que nos dejará en un infierno por culpa de eso. Podría llevarnos con ella, los jueces la mayoría de las veces están del lado de las madres.

—Pero hija, ya sabes porque no puedo llevarlos conmigo.

—Si, ya se. Porque has preferido a un tipo que te puso de condición para estar con él que a nosotros nos abandonarás, no puedo creer que en verdad hayas caído tan bajo por amor.

Comencé a llorar pero no por tristeza, eran lágrimas de coraje. Cada que discutía, odiaba llorar, porque parecía que lloraba por aquella persona, cuando en realidad lloraba de coraje, sentía un nudo en la garganta que no me permitía seguir hablando, en el estómago sentía un dolor, inexplicable, todo por enojo, más no por tristeza.

Ya no sigas con tus romanticismos hacia tus hijos porque no te queda para nada. —hable dándole la espalda, ya no quería verla —Anda, ve a ser feliz.

Escuché un par de pasos, mi madre estaba justo detrás mío, me abrazó por detrás, aquel abrazo me dejo petrificada, jamás había sentido esta sensación, parecía como si fuera la última vez que nos fuéramos a ver, era mi madre y me dolía, pero podía más mi coraje porque no era justo que nos dejará aquí cuando ella sabe lo que se vive con nuestro padre. No quise mirarla más, ni decirle nada, no podía.

Adiós cariño, te amo...

Habló en un susurro, para después soltarse, se dirigió con Luke, se escuchó un susurro pero no sabía con certeza que le había dicho, sin más escuché como cerraron la puerta, Luke se acercó a mi.

—¿Estas bien?

—Si, duele pero no podía hacer nada para que se quedará a nuestro lado. No le rogaré a nadie, ni siquiera a nuestra madre.

Luke solamente me abrazó, los gritos habían cesado, las discusiones pararon, estaba a punto de amanecer y nosotros seguíamos despiertos, era imposible dormir con las situaciones que estaban pasando en nuestras vidas, Luke y yo nos fuimos a acostar a mi cama, parecíamos los pequeños de tres y cuatro años, que cuando uno tenía miedo, el otro iba a su cuarto para dormir juntos y dar tranquilidad.

Desde ese momento había aprendido que no todo es para siempre, ni siquiera el amor que se puede llegar a jurar ante dios, pero, mientras existe se debe disfrutar y no llorar, fue un buen amor pero no podía perdurar toda la vida, especialmente con la actitud de mi padre.

Sentía la respiración tranquila de Luke, por fin había podido dormir, yo acariciaba su cabello mientras él dormía como un niño pequeño. Yo no paraba de pensar, me sentía tan mal de ver a mi hermano destrozado, con la creencia de que por su culpa término el matrimonio de nuestros padres, no quería que creyera todo eso y mucho menos que no podía ser quien él es... Yo lloraba, lloraba de impotencia, mi hermano y yo no merecíamos vivir esta vida de mierda, habíamos hecho tanto por nuestros sueños y por culpa de ello hubo tantos problemas, ambos merecíamos ser felices si o si.

Ninguno tenía la mayoría de edad, ambos tenemos diecinueve años, no podíamos irnos como si nada malo sucediera, porque nuestro dinero creado por nuestras carreras artísticas aún dependía de nuestro tutor, Luke tenía 20 años, le falta uno para ser mayor de edad, pero durante ese año teníamos el peor de los cuidados, quien ahora es nuestro padre, así que, sinceramente no sabíamos que haríamos.

ROPA DE BAZAR ✦ TIMOTHÉE CHALAMETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora