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Capítulo 66: Los secretos de dos niños malcriados

Esa noche, Ojos grandes y Sa seguían corriendo cuando el cielo estaba oscuro, pero Wu Chen no dijo nada.

Cuando Ojos grandes y Sa vieron que Wu Chen no le preguntó mucho, pensaron que estaba acostumbrado, y se sintió aliviado, y amablemente sacó la fruta amarillo-púrpura y se la dio a Wu Chen.

Wu Chen no lo quería. Más tarde, pensó que debería llevar esta fruta al sacerdote Da Ren. Bajó la fruta y fingió terminarlo. De hecho, escondió dos.

Al día siguiente, Ojos grandes y Sa Chen fueron a Yan Mo para asistir a clases con Wu Chen. Habían aprendido la suma y la resta dentro de cien dígitos y aprendieron los símbolos fonéticos que Yan Mo hizo en base a las características de pronunciación aquí.

Yan Mo le preguntó a Ojos grandes si las sandalias que le había dado estaban tejidas. Ojos grandes estuvo ciego durante mucho tiempo, diciendo que no lo había hecho.

Yan Mo no lo urgió, y ni siquiera lo reprendió. Solo le preguntó si pensaba que esta lección era difícil. Si fuera difícil, él podría cambiar a otro.

Ojos grandes vaciló un poco, o negó con la cabeza, tartamudeando que los zapatos serían tejidos.

Yan Mo le permitió tejer las sandalias, pero también quería afinar el corazón del niño. Aunque el niño es un poco listo, no soporta el mal genio, no tiene perseverancia y es más juguetón.

En cuanto a Sa más juguetón, Yan Mo no afinó su temperamento. Encontró que el niño quería ser un guerrero. También pensó que no solo podía dejar que estos tres niños aprendan de él, deben tomar lo que quieran hacer, esta sociedad primitiva tiene una mente que no se puede entender.

El método de entrenamiento primario es en realidad más adecuado para niños con cuerpo blando, pero antes de que pueda determinar los efectos secundarios, no tiene la intención de enseñar a estos tres niños por el momento. Él solo quería hacer algunos ejercicios de estiramiento antes de la clase todos los días, similar a la gimnasia.

"Hoy hace buen tiempo, te enseño otra manera de hacer fuego, sal conmigo".

Los tres niños solo entendieron la mayoría de las oraciones, pero también sabían que las palabras estaban relacionadas con el fuego. Estaban muy interesados ​​y salieron de la tienda detrás de Yan Mo.

Yan Mo les dijo a los tres niños que trajeran un poco de heno y les permitieran tomar el heno que era más suave y más delgado.

Luego derramó cubitos de hielo que habían sido congelados en el tazón de madera ayer, llevó a los tres niños al frente, frotó el hielo y pulió el hielo hasta que se vio muy suave, redondo y sin rebabas, grueso en el medio, delgado como convexo Lente en ambos lados.

Levantó la lente de hielo entre las dos piedras y dejó que los tres niños pusieran el heno en el suelo.

Miró al sol y giró en la dirección para que el sol pudiera dispararse directamente a la mitad de la lente de hielo y se pudiera dirigir hacia el heno.

El sol del mediodía era justo. Los tres niños no entendieron lo que Yan Mo iba a hacer. Cuando vieron que el heno que estaban en el suelo se quemó repentinamente, gritaron juntos.

Los guerreros awu que se quedaron en el lugar para vigilar y no tenían que ser responsables de patrullar alrededor en el momento actual tenían curiosidad por venir. Solo querían venir y ver el movimiento del Sacerdote Da Ren, pero no era muy interesante.

Yan Mo vio venir a los guerreros awu y él se los explicó. Esta explicación no necesita para que ellos entiendan el idioma. Mientras observen sus acciones, básicamente pueden entender lo que está haciendo y el efecto que tiene.