Ha pasado un tiempo desde que termine aquí, sólo, entre estas 4 paredes con temor de ver a alguien o el no ver a nadie. Pero sigo aquí, en los rincones de mi cuarto, tratando de comprender como llegué a esta situación, buscando las fuerzas para levantarme de la cama, pero no las encuentro, y me rindo ante ese susurro que me grita "Salir es peligroso", me aterro al imaginarme postrado ante una cama, con un respirador pegado a mi cara, porque mis pulmones no dan para más.
Pienso en lo absurdo que me parecen las medidas que la TV repite sin dudar, y en lo impotente he inútil que me siento al no poder cajear mi vida por la de mi prima quien no ha corrido con mi misma suerte, respiro, trato de calmarme y evito pensar finales que sé que me destrozarán.
Me planteo volver a la escuela, hace semanas no toco la computadora porque no encuentro los ánimos como para lidiar con números y letras que poco me sirven ahora; pero aún así lo considero, los noticieros y famosos dicen que esto no es eterno, pero han pasado 8 meses y aún no veo el final de este túnel, pero si pronto se asoma un rayo de luz quiero ser capaz de saber el teorema de Pitágoras cuando salga al exterior, y que si Don Matías me pregunta cuánto es la raíz cuadrada de lo que sobro del huevo pueda responder, me burló después de imaginarme esa situación y pienso en lo irónico que es decir que algo terminará pronto cuando no se está seguro.
Recuerdo a mi yo de hace 10 meses y en lo poco que valoré esos momentos de felicidad, alguien dijo una vez "Todo es efímero, si crees que algo no, entonces dímelo", hoy respondo Coronavirus, eres efímero, y espero que nadie crea que no lo es.
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Escritos de cuarentena
Non-FictionSon escritos que originalmente eran parte de una tarea. Referentes al covid-19 kuchau