Cuatro

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Al llegar, se podría decir que casi corrieron para llegar al departamento de Kim.

Park en el trayecto no paraba de tocarse por encima de su ropa; ni de moverse en el asiento de copiloto. Mientras Taehyung manejaba, sólo gruñía de anticipación, mordiendo sus labios con fuerza, y dando apretones a su entrepierna bruscamente.
El olor a café se había intensificado tanto, que Jimin se sentía flotar sólo por aquel aroma. Y Jimin amaba el aroma a café.

En el trayecto del ascensor, antes de siquiera tocar el botón del respectivo piso donde bajarían, Taehyung levantó a Jimin del piso, tomándolo por sus muslos y dejándolo sobre la bandarilla de ésta, haciendo que Park rodee su cintura con sus esbeltas piernas y comenzar a besarse con una ferocidad que mostraba el hambre que ambos tenían.

Taehyung tomó el cabello de Jimin tirándolo hacía atrás, separándose del beso y con eso tirando y mordiendo su labio inferior, sintiendo de paso el sabor metálico de la sangre, que no dudó en chupar. Jimin soltó un gemido tan alto que hizo a su cuerpo dar rayos de placer recorriéndole todo el cuerpo. El castaño pasó su rodilla en medio de las piernas del rubio, rozando tan deliciosa pero tortuosamente la entrepierna del más bajo, logrando que Park mordiera su cuello fuertemente dejándole marcas que tardarían en desaparecer. Antes de percatarse que pronto bajarían del ascensor, Jimin tomó en sus manos el gran bulto que poseía Taehyung, subiendo y bajando su mano a la velocidad de la que Jimin se restregaba en el muslo de Taehyung. Jimin se dedicó a morder, lamer, chupar y soplar en el cuello de Taehyung haciendo que este le diera un azote en su redondo culo.
                
—Niño malo, estás buscándote un preciado castigo ¿no es así? —decía con su voz tan rasposa y grave en la cara de Jimin, quién sólo se movió aún más en el muslo de Taehyung. Queriendo que volviera a azotarlo.
                
Y pensar que antes odiaba que me azotaran. Pensó Jimin, mientras sólo soltó otro gemido cargado de necesidad.
                
—Tae... hyung. —Jimin con su voz entrecortada decía mientras recuperaba el aliento—. Dios no creo p-poder aguantar tanto.
                     
Al terminar la oración, las puertas del ascensor se abrieron, haciendo a Jimin saltar y pararse rápido. Taehyung sujetó su cintura otra vez, para salir de allí. Jimin se dio cuenta que hasta el pasillo por dónde iban era tan elegante y sofisticado. Caminaban sobre una especie de alfombra color bordo de gamuza que hasta quería acostarse allí mismo y que Taehyung le diera hasta que diga basta, o sea jamás. Las paredes eran lisas, de color dorado, con sus columnas blancas. Dios era hermoso y eso que sólo vio el pasillo.
                     
Llegaron a la puerta de la habitación de Taehyung, y apenas abrirla, Kim empezó a sacarse su saco, quedando en esa camisa blanca que llevaba, a continuación su bandana, soltando todo su cabello y que tapara un poco su mirada color castaño. Jimin quedó estático en la puerta, mirando como aquel chico era un pecado andante y esa noche iban a ser cómplices de ambos.                 
Taehyung fue hacía donde Jimin, fijando su mirada en los orbes contrarios, notando aquella chispa en sus ojos. El rubio tomó el mentón del más bajo, haciendo que este le siguiera con la mirada desde sus labios tan llenos y rojos hasta su mirada tan penetrante y brillante.
                 

—Qué suerte tengo de haber encontrado a alguien tan caliente como tú, Jimin.
                 

Taehyung se dedicaba a acariciar sus pómulos, su barbilla, y sus labios...
                     

El castaño tocó los labios ajenos, tocándolos con extrema dulzura hasta que inconsientemente metió un poco su dedo hasta chocar con sus dientes y Jimin no perdió su oportunidad para lamer lentamente la punta de su dedo y chupar hasta ahuecar sus mejillas. Un gruñido en respuesta fue escuchado en toda la habitación.
                       
Taehyung soltó un gemido alto y grave haciendo Jimin por inercia mordiera levemente su dedo que no dejaba de salir y entrar en la cavidad bucal del más bajo. Se sentía tan bien, su boca tan caliente y ágil. Antes de perder la cabeza, Taehyung retiró su dedo de la boca de Jimin, haciendo que un hilo de saliva quedara en la barbilla del más bajo.

Close (T) || 뷔민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora