Fue una idea bastante acertada para los oficiales policías a cargo del caso; "El niño huyo de casa". No había una razón para secuestrarlo; siendo un estudiante promedio con una vida normal, no provenía de una familia rica y ningún familiar había perdido contacto con él de forma forzosa. Todo indicaba a una huida juvenil.Además, durante la investigación se dió a conocer que el chico sufrió acoso durante muchos años en la escuela. Había más que razones, obviando que era un simple quirkless.
Dejarían el caso como cerrado, prometiendo que buscarían al adolescente y lo traería a su hogar. Pero aquella respuesta no tranquilizó a Inko Midoriya, ¿Cómo lo haría? ¡Su hijo había desaparecido! Más también que la policía se negaba a hacer más.
Se sintió devastada, decepcionada de la justicia que ignoraba a un menor de edad. Se culpo también a si misma por no ser capaz de darle una vida mejor.
Lloro en su cuarto, junto a la foto de su pequeño bebé. Comenzó a notar aquellos pequeños cambios que fueron imperceptibles para ella. No solía tener tiempo, trabajaba lo más que podía para darle comodidades a su único hijo, para que no le faltase nada. Era una madre soltera, viuda muy jóven, no comprendió hasta ese momento que su hijo necesitaba más que amor material. No lo conocía bien, pero siempre su amor de madre la ayudo a levantarse cada mañana y luchar por él.
En aquella foto, tomada hace tal vez unos cuatro años, era la única que tenía junto a él. Tenía entre unos cinco o seis años, y aún conservaba su hermosa sonrisa. Sus pecas eran como estrellas en su rostro, sus verdosos rizos y sus gemas esmeralda cubiertas por sus largas pestañas, mostraban una apariencia angelical. Para ella, el era un ángel, su única luz. Estaba orgullosa de saber que el había sido creado en su vientre. Era muy similar a ella, pero llevaba el encanto de su padre.
Luego de la noticia que cambio su vida, aún podía sonreir genuinamente. Realmente no estaba segura si lo seguía haciendo. Tomo sus palabras a la ligera y se concentro en hacer bien su trabajo. No fue después de tres días que noto la ausencia de su hijo.
- Izuku... - Susurro su nombre hasta caer dormida. Deseo con todo su corazón que aquel niño que había traído luz a su vida, volviera pronto a su lado.
La situación no era muy distinta para un rubio ceniza, que se encontraba sentado en su cama, estático. Había recibido la noticia hace unos días atrás, cuando la policía comenzó a investigar en la escuela. Primero sintió duda, pensó que era un berrinche más de su amigo de la infancia, pero los policías seguían yendo y el aún no aparecia.
Comenzó a temer por él, y sentir culpa por si mismo. Sabía muy bien que el había sido una de las razones por las cuales su amigo desapareció. Cuando su madre se enteró por quien él consideraba su tía, se sintió decepcionada y no le hablo. Su padre fue el único que lo consoló y hablo con él. Juro que no esperaba que sucediera aquello, afirmó que lo hacía para protegerlo.
Reflexionó en su cuarto durante días; ¿Realmente lo había hecho por él? Se excuso a si mismo con aquella absurda afirmación. Lo acoso porque tenía envidia, se sintió inferior a alguien que no tenía un quirk. Era poderoso, todos le temían y respetaban, pero su amigo, quien siempre estuvo ahí, se considero su igual. Tal vez aquello fue el detonante, la confianza que emanaba lo hacía sentir inseguro.
Lo pensó, ellos habían dejado de ser amigos el día en que le levanto la mano e incentivo a sus compañeros para molestarlo. El arruinó su amistad, pero Izuku siguió a su lado.
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This is me || Villain Deku
FanfictionAquel pecoso niño había desaparecido de la faz, sin dejar nada atrás, más que el vacío en los corazones de sus seres cercanos. La desesperación de su madre, junto a la de quién fue su mejor amigo, lograron dar comienzo a la búsqueda del niño, pero n...