-Agárrala, papi!
Harry alzó ambas manos instintivamente, al ver llegar una pelota de béisbol que, sorprendentemente, iba a directa a su pecho, nada más salir del garaje.
-Eh, espera a que me cambie de ropa y vaya a por un guante, ¿de acuerdo, Liv?
Olivia Styles escupió en el suelo, como solo un niño de cuatro años sabe hacerlo, y corrió al encuentro de su padre.
-Vale.
-Y tu hermana? -preguntó Harry mientras tomaba en brazos al terror de la casa.
‐Olivia! -gritó Jessie abriendo una ventana en el segundo piso-. Acabo de acostar a Tyler, y como lo despiertes te juro que te asaré para la cena. ¡Ah, hola! -saludó contenta a su marido-. Ahora mismo bajo.
-Lanie está ayudando a Finn a pintar la habitación de Matthew -le informó Livvie a su padre-. Yo también he estado ayudando, pero me he cansado de pintar.
-Comprendo.
Al abrirse la puerta trasera de la casa, Harry alzó la cabeza por encima de los rizos rubios de su hija y bebió con los ojos la figura de su mujer, de píe en el dintel de la puerta. Jessie llevaba a otro pequeñuelo en las caderas, y se apartaba el pelo de la cara resoplando, mientras sonreía a Harry.
-Hola, gamberro -saludó Harry a su hijo de tres años y medio, tomándolo en brazos con la mano que le quedaba libre y besándolo sonoramente, mientras observaba que estaba manchado de pintura-. Tú también has estado ayudando a Finn, ¿verdad?
-Uh-huh -asintió Matthew enseñando las manos-. Sucias.
-Sí -dijo Harry dejando a ambos niños en el suelo-. ¿Por qué no vais los dos a decirle a Finn que ya es hora de dejar la pintura? Luego os laváis las manos y os preparáis para la cena.
Harry se enderezó, observó sonriente a sus hijos, que echaron a correr, y abrió los brazos para recibir a su mujer. Jessie se abalanzó sobre él y acarició su cintura y su espalda por debajo del abrigo.
-Hola, precioso.
El corazón le latió acelerado, al ver el brillo del amor en los ojos de Jessie. Inclinó la cabeza, buscó su boca, y disfrutó de las curvas de su delgada silueta contra sí. ¿Se acostumbraría algún día a que Jessie lo amara? Incluso en ese momento, tras cinco años de matrimonio y cuatro hijos, ella era capaz de derretirlo solo con una sonrisa. El amor de Jessie era el milagro de su vida.
-Qué tal el día de hoy? -preguntó Harry-. ¿Sigue Tyler igual?
Su hijo más pequeño cumpliría seis meses al día siguiente, y estaba echando los dientes. La noche anterior Harry y Jessie se habían turnado para levantarse y acunarlo.
-Bueno, no tan mal -contestó Jessie besándolo en el cuello y susurrando a su oído-: Por fin le ha salido el diente. Hoy se ha echado buenas siestas, y apuesto a que esta noche va a dormir bien.
Una ola de excitación recorrió el cuerpo de Harry al sentir la boca de Jessie en el cuello. Harry deslizó las manos por su espalda hasta aferrarse a las curvas de su trasero.
-Eso espero, porque tengo grandes planes para esta noche.
-Apuesto a que sí -contestó Jessie riendo y presionándose contra los evidentes «planes» de Harry.
-Pero solo si no estás muy cansada -advirtió Harry, comprendiendo que cuidar de cuatro niños y un negocio, aún con la ayuda de Finn y de Penny, resultaba agotador.
-Hoy me he echado una siesta.
-Bien -contestó Harry volviendo a besarla profundamente-. Te quiero -susurró contra sus labios-. El día en que decidiste que querías tener un hijo fue el más feliz de mi vida.
-Y el día en que decidí que el padre de mis hijos sería un eminente soltero de oro fue el mío -contestó Jessie con ojos brillantes, mientras Harry la tomaba en brazos y entraba en el
ruidoso hogar lleno de niños que habían creado juntos.FIN
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Un Hijo Tuyo |H.S|
FanfictionSi alguien le hubiera dicho a Harry Styles que acabaría casándose con Jessie Reilly, su mejor amiga y la mujer de sus sueños más secretos, y que estarían esperando gemelos, jamás lo habría creído. Pero ni siquiera en sus sueños más salvajes se l...