Encorvado y asustado, con el aire golpeando sus fosas nasales, salivando por el dolor, no le gustaba hacer eso, pero no podía dejar de hacerlo.
Respiró, lastimando en el acto, hiriendo partes internas en el proceso, suspiro, queriendo regresar la comida, solo apretó la mano derecha, se sentía frustrado, había dejado de ver cuál era su realidad, recordaba aquel momento en su inicio, era tan pequeño y delgado, doliendo cada minuto, cada recuerdo, quemaba en su mente.Se levantó del suelo, puso sus pies de puntas y estiro sus brazos para cerrar la ventana, dejando caer la navaja. El sonido del metal golpeando la madera fue una campanada, sería normal que alguien lo escuchará, era obvio, alguien debía de escucharlo, sus ojos viajaron hacia la camara superior, solo soltó una risita, eso le divertía, el engañar a la raza mas estúpida del planeta; se giro con gracia, tambaleándose, sonriendo y caminando hacia su cama.
— El bosque se ve precioso, ¿No? — se burló ante el gato en la ventana, el pelaje negro y los ojos brillantes, verde jade — tienes tanta suerte — pateó la camisa de fuerzas, solo escuchando las hebillas de la camisa de fuerza sonar y golpeando, erizando la piel del gato — ¿Te asuste?, oh, lo lamento, que suerte tienes, esa ventana es de tu tamaño, ¿Porque no escapar?, acaso... ¿Eres estúpido? — se burló, terminando de lagrimear, dolor y risa, pena y dolor. Cayó de rodillas con un fuerte dolor en sus mejillas, ya las sentía entumecidas, las gotas ya habían empapado las sábanas de la cama, su ropa -o lo que cubría su cuerpo- y el piso, se burló del gato, se burló de la raza humana y se burló de si mismo — Que torpe — río, y lloro, solo sacudió su cabeza — talvez — susurro hacia el gato, el minino solo levantó la cabeza — gato estúpido — tomo la navaja y se levantó con tambaleos, como si no supiera caminar, sus pasos eran amenazantes hacia el animal, el animal que no cambiaba su mirada, una mirada de burla hacia el niño que se acercaba con una navaja hacia el — voy a arrancarte los ojos y me haré un collar con ellos.
Una alarma sonó, una alarma que decía "emergencia", detuvo su andar y colocó sus manos en sus oídos, el gato solo maullo para rascar la ventana, por el momento no tenía salida así que solo corrió y se fue a esconder debajo de la cama.
— Oh chico — el doctor entró, atrás de el entraron dos guardias, tantas personas para un niño — Pero mírate, pareces un animal, yase, pareces un perro con sarna, lastimando su propia carne hasta sangrar — tomo el mentón del adolescente, burlándose de el, más el chico solo lo empujó de su cuerpo — oh~, así que ahora jugamos brusco, yo también puedo jugar a eso — los dos guardias se acercaron atrás de el menor para tomarlo de los brazos, soltando la navaja de su mano derecha — ahora, pequeña mierda, ¿Me dirás por las buenas de dónde conseguiste esto? — se acercó a la cara del menor para interrogar lo, lo que no contó era que el chico le iba a escupir en la cara — Jajajajaja — ríe — al parecer no te enseñaron modales — golpeó con puño el estómago del menor.
— Vete a la mierda — hablo con el poco aire que le quedaba, tosió, tratando de recuperar su voz.
— Pero mírate, que desastroso eres, ahora hay que detener esa hemorragia, tienes mucha fuerza de voluntad para no morir por tanta sangre perdida, sabes, si fueras mi hijo ya te hubiera puesto sobre mis rodillas, lamentablemente aunque lo hiciera sería una total perdida de tiempo Jeff, eso es lo que eres.
— ... — el niño no dijo nada, enfocándose en el sonido que hacían sus oídos por la falta de aire.
— Llevenlo a la enfermería, que le pongan puntos, que le consigan mitones, y que venga alguien a limpiar.
— Será mejor que no me toques porque clavare una estaca en dónde no te entre el sol — empujó en su cuerpo hacia atrás, corriendo al otro lado de la habitación.
— Dejen de jugar par de idiotas, solo tomenlo — alguien entro a la habitación, era una de las enfermeras — eh querida~, cuéntame, en qué te puedo ayudar — vio como el menor escupía sangre.
— El chico despertó, sus problemas siguen continuando.
— Ya veo querida, en un momento iré allá, gracias — la enfermera salió, Jeff solo fue aventado hacia el piso — bien chicos, acompañenme.
Los tres adultos salieron, el menor solo se quedó allí, mirando hacia la nada, mirando hacia el alma, el alma del gato, del animal que solo se burlaba de su posición.
...
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Little Baby
Fanfiction"Así mismo, cómo te atreviste a profanar mi bosque, pisando tus fétidos pies en mi santo pasto, ahora tu, vulgar pecado de la humanidad, profanare tu cuerpo, a partir de hoy tu cuerpo nos pertenece, profanare cada parte de tu cuerpo" con su dedo se...